jueves, julio 23, 2009

Cerrado

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martes, junio 02, 2009

sábado, abril 25, 2009

Acordes de humanidad Por Federico von Baumbach (colaboración de Elsa Granado)

Música/ Educación

Acordes de humanidad

En la ciudad de Olavarría, a 350 kilómetros de la Capital Federal, chicos de entre 12 y 18 años forman La Banda de Sikuris, agrupación que tiene como objetivo difundir la música de los pueblos originarios. El proyecto establece a la vez una mirada diferente del proceso de enseñanza –aprendizaje en el área musical, y del rol que ocupa el educador y el educando dentro del mismo.


Cambios de ritmos

Año 2002. Escuela N 65 de la ciudad de Olavarría, provincia de Buenos Aires. Alba, maestra de 7 año de la institución, estaba preocupada por el nivel de violencia que había entre los chicos y también de los chicos hacia los docentes. En las horas de clases los alumnos hacían diferentes ritmos en los pupitres por el sólo hecho de querer molestar al docente. Fue entonces cuando Alba de a poco descubrió que en esas bromas latían grandes potencialidades, que hasta ese momento no habían sido tenidas en cuenta o registradas de otra manera. Entonces decidió formar, junto al apoyo de su marido Atilio y un grupo de amigos, una murga con latas, baldes y tambores, como forma de canalizar las energías de los adolescentes.

Los resultados pronto se hicieron ver: los niveles de violencia disminuyeron y los chicos se dieron cuenta de que podían utilizar sus capacidades para hacer algo productivo y placentero. Gracias a la ayuda de un baterista amigo de la pareja, un día llegó para la murga la oportunidad de presentarse en el Teatro Municipal de Olavarría, en un encuentro de bateristas y percusionistas. Más tarde, surgió la posibilidad de preparar un número para el acto escolar del 12 de octubre. En uno de los viajes a Jujuy realizados por Alba y Atilio, unos amigos les regalaron unos sikus. Con esfuerzo y dedicación la pareja aprendió a tocar el instrumento. Luego Alba decidió enseñarles a sus alumnos la técnica para sacarle sonido al sikus. Así lograron preparar dos canciones para el acto escolar. Pero los chicos quedaron tan entusiasmados que quisieron seguir aprendiendo los secretos del instrumento. Fue entonces cuando la murga se transformó en lo que hoy se conoce como La Banda de Sikuris.

Alba Mancinella y Atilio “Guyi” Mieri son los creadores y responsables del proyecto La Banda de Sikuris. Los Sikuris, denominación que se hace a las personas que tocan el sikus, son una agrupación formada por chicos de entre 12 y 18 años. Ellos tocan sikus, quenas, guitarras, charango, e instrumentos de percusión (huancara, redoblante y guiro), agregando voces a un repertorio musical que se ocupa de difundir la música andina.

Con un bombo, un charango, algunos sikus y sin necesidad de conocimientos musicales previos, la incipiente banda tenía al principio alrededor de 15 integrantes. Pero lentamente Los Sikuris crecieron hasta llegar a tener en la actualidad a más de 50 personas.

Las primeras presentaciones -ya sin las latas y los baldes de lo que había sido en su origen la murga- fueron dándose en los actos escolares. Los padres y familiares de los chicos habían quedado sorprendidos al ver lo que podían llegar a producir sus propios hijos. Comenzaron entonces a participar en la tarea de recaudar fondos a partir de la organización de rifas, peñas folclóricas, y otros tipos de actividades. La entrada de dinero permitió, entre otras cosas, construir sus propios sikus y adquirir cada vez más instrumentos.

Fue así como el grupo empezó a tener presencia y difusión en las FM de la ciudad, el canal local de televisión y la prensa gráfica. Tocaban ahora no sólo en la escuela, sino en otros lugares importantes de la zona: como el Teatro Municipal de Olavarría, la Festividad de la Virgen de Copacabana, evento organizado por la comunidad de bolivianos residentes en la ciudad, o diversas presentaciones bajo la convocatoria de la APDH local (Asociación por los Derechos Humanos de Olavarría).

El repertorio de canciones crecía al compás del desarrollo de las habilidades musicales de los chicos, mientras reforzaban el sentido de trabajo en comunidad: en Los Sikuris los alumnos aprenden a cantar y a tocar en grupo, no hay enseñanza personalizada, salvo correcciones puntuales que se hacen en los momentos de ensayos. Y las decisiones también se toman en conjunto, entre familias y miembros de la banda.

-Cuando estoy en la música no pienso en nada más.
Marcos tiene 17 años y empezó en la banda en 7 año. Si bien fue Alba la persona que le enseñó a tocar el sikus, Marcos aprendió la mayoría de las canciones del repertorio de oído, sin apoyo musical de ningún tipo. Hoy no sólo domina el sikus sino que ha incursionado en la quena, su instrumento preferido, y hasta se anima a sacarle algunos sonidos a la armónica. Unos de sus sueños es aprender a leer música.

Otro de los casos donde la cuestión autodidacta brilla de forma interesante es en el caso de Blas. Blas toca la guitarra y aprendió todos los temas de la banda solo, en el lapso de tiempo de unas vacaciones de verano, sacando al principio de oído los ritmos del carnavalito. Le gustan los temas clásicos del repertorio de música andina, como El quebradeño o El humahuaqueño. Pero además de interpretar la música de los pueblos originarios, Blas compone sus propios temas de rock y toca con un grupo de amigos. Sin embargo sus sensibilidades y anhelos están puestos en Los Sikuris. “Tuve la posibilidad de estar en el tercer CD”, asegura. Y una tímida sonrisa de satisfacción se le dibuja en la cara.

Vamos los sikuris es el tercer CD de la banda, pero el primero pensado de manera profesional (los dos primeros se llamaron Desde la naturaleza). Con una cuidada producción artística y musical, el material salió en septiembre de 2008. La grabación de las canciones se hizo en un día y casi todos los temas salieron de la primera toma. Sin embargo el proyecto demandó alrededor de un año de preparación y contó con la colaboración de amigos y colegas docentes de Alba y Atilio. Dentro del repertorio aparecen los clásicos del género, como los carnavalitos El quebradeño o El humahuaqueño, y canciones con las que Los Sikuris han ganado presencia y notoriedad en Olavarría, como Ojos azules, Luna llena, o El sikuri, entre otras melodías.
Con una edición de 500 copias y la presentación del disco en el Teatro Municipal de la ciudad, la venta del CD está destinada a recaudar fondos para el proyecto.

A fines del año pasado la experiencia educativa y musical de Los Sikuris fue reconocida con el Premio Comunidad a la Educación 2008, organizado por Fundación La Nación. El objetivo del premio es el de brindar ayuda a prácticas educativas relacionadas con la posibilidad de incluir a sectores sociales de bajos recursos. Dentro de las 340 iniciativas presentadas, el proyecto de La Banda de los Sikuris fue galardonado junto a la experiencia del Aula Taller de Capacitación Integral Carlos Mugica, que desarrolla la Fundación Gente Nueva en Bariloche, y el programa de becas de la Fundación Grano de Mostaza, que permite el acceso al secundario a chicos de la provincia de Salta que viven en zonas rurales alejadas.

El placer de aprender a enseñar

-Fuimos aprendiendo por la necesidad de enseñar. Sentía la necesidad de enseñar porque los chicos me lo pedían. Además veía los cambios que se producían en ellos, en la escuela, y en la relación entre ellos y nosotros.

Alba pronuncia las palabras al mismo tiempo que parece reflexionar sobre las mismas. O tal vez esté preguntándose en silencio: ¿cómo se aprende a enseñar?

El ida y vuelta que se genera en Los Sikuris a nivel transmisión de conocimientos tiene una clave: el docente o formador descubre dentro del proyecto sus propias habilidades y limitaciones al momento de enseñar. No se trata del modelo tradicional en el cual el educador es el único poseedor del saber y el educando pasivamente recibe información. “Acá es en el grupo donde se aprende -señala Alba-. Porque no es lo mismo que vos tengas esta concepción de la enseñanza, del proceso de enseñanza -aprendizaje, que tengas otra concepción: el maestro es el que sabe y el alumno es el que aprende.”

Los Sikuris establecen una circulación de tipo horizontal del saber, del poder que implica saber. Esta modalidad logra socializar prácticas y experiencias de aprendizaje en el orden musical: el docente aprende con y del alumno. Este proceso significa muchas veces la superación, por parte del alumno, de las capacidades del profesor a la hora de tocar determinado instrumento. Y lo más importante: en La Banda de Sikuris el docente puede animarse a decir “No sé”. Y eso no hace que simbólicamente pierda el lugar de educador dentro del sistema. Al contrario: es un gesto de honestidad que lo enaltece y le permite crecer ante los ojos del alumno.

La mirada alternativa al sistema de enseñanza tradicional encubre una paradoja: el mismo chico que en Los Sikuris es reconocido porque puede mostrar su talento y habilidad y pasar de aprendiz a formador de otros chicos, debe rendir música en diciembre o marzo.
La Banda de Sikuris construye, despliega y refuerza en los chicos el sentido de identificación, pertenencia y compromiso de grupo. “Todos me preguntan de que banda soy yo. De los sikuris, de los sikuris yo soy. Sí, señor. De esa banda soy yo”, cantan en Diablada de Oruro.
Se enseña y se desea aprender, entonces, a partir de una elección, de una disciplina no impuesta por el sistema de educación obligatoria, potenciando libremente la facultad de decidir.


***

La Banda de Sikuris también es un ejemplo interesante de vínculo con el concepto de resiliencia (facultad de un individuo o una comunidad para recuperar o sobreponerse a la frustración y transformarse). “La resiliencia nos invita a dar un valor positivo a nuestra forma de ver al otro, teniendo en consideración no sólo a la persona misma, sino también al conjunto de su red familiar y social, integrando nuestra acción a la situación propia de aquél a quien hay que ayudar”, asegura Marie Paule Poilpot en el libro El realismo de la esperanza. Testimonios de experiencias profesionales en torno a la resiliencia.

Originado dentro del mundo de la física y luego derivado hacia el campo psicosocial y de la psicología del desarrollo, el término empezó a aplicarse al campo de la educación y de las ciencias sociales durante la década del 80.

Emmy Werner, psicóloga norteamericana, decidió estudiar y realizar un prolongado seguimiento a un grupo de chicos con graves problemas económicos y familiares en la isla de Hawai. Al cabo de treinta años de trabajo, Werner demostró que setenta de estos chicos lograron llevar adelante una vida diferente del entorno en el que vivían. Werner llamó resilientes a aquel grupo de personas que sin haber tenido las oportunidades necesarias para un buen desarrollo y crecimiento psíquico y físico, pudieron de igual forma sobreponerse y darle a su vida un sentido. Establecía de esta forma la primera definición de resiliencia, junto al aporte de Michael Rutter en Inglaterra.

A lo largo de la década del 90 y entrado el siglo veintiuno, el concepto empezó a tener cada vez más abordajes y estudios. Publicaciones, seminarios y coloquios han contribuido y aún hoy contribuyen a perfeccionar un término relativamente nuevo y de características dinámicas: focalizar en las capacidades que pueden tener las personas para poder superar situaciones sociales adversas, donde la escuela, la familia y la comunidad funcionan como espacios de difusión de resiliencia.

Emmy Werner, al establecer un concepto que tenía como finalidad diferenciarse de la psiquiatría en el tratamiento de determinadas problemáticas, posibilitó otra apertura de pensamiento y acción frente a personas con un destino hostil: el legado de la psicóloga norteamericana dejó como mensaje que el sujeto resiliente puede y debe darle a su vida un sentido, un sentido positivo.
Dos dimensiones importantes del concepto podemos relacionar con el trabajo musical, educativo y humano que llevan adelante Los Sikuris: la autoestima y el vínculo afectivo. El reconocimiento de las apreciaciones personales y sobre todo musicales que cada chico va formándose de sí mismo a partir de la mirada y el estímulo del otro, y el sentido de referencia creado por parte del adolescente hacia el adulto, llevan a desarrollar en Los Sikuris relaciones que exceden lo musical, estableciéndose redes sociales y familiares que tejen valores y actitudes esenciales para la vida: compromiso con los demás, responsabilidad, participación en la toma de decisiones y voluntad de superación a partir del incentivo de habilidades.

Es difícil asegurar que todos los adolescentes superan, a través de la música, las problemáticas de índole familiar que muchos de ellos tienen; pero sí podemos afirmar que la música y sobre todo cierto entorno humano que los rodea, ha permitido que los chicos tengan una inserción social y una mejora en la calidad de vida, a partir de hacer una actividad que ellos mismos eligen.
El enfoque de la resiliencia aplicado al grupo radica entonces en la triada educación- música- contención humana. “Los seres humanos tenemos la capacidad para devenir resilientes y poder enfrentar ese bombardeo cotidiano de eventos negativos -puntualiza Elbio Ojeda, director del Centro Internacional de Información y Estudios de la Resiliencia-. Y en ese enfrentamiento nos hacemos más fuertes, más confiados en nuestras fortalezas, más sensibles a las adversidades del prójimo y adquirimos mayor conciencia social para promover cambios que reduzcan la inequidad y el sufrimiento.”

Sueños de la Quebrada

Guarda tu historia/ Quebrada de Humahuaca/ en las tumbas que encierran tu memoria/ o en la blanca escritura del salitre/ donde cuentan tus siglos las auroras. Germán Choquevilca. Quebrada de Humahuaca.

Noviembre de 2008 significó un punto de inflexión en la trayectoria de Los Sikuris. Tras juntar dinero a través de diversas actividades, finalmente la banda hizo realidad su sueño: viajar a la provincia de Jujuy. Con encuentros de bandas de sikuris de Tilcara y Maimará y la posibilidad de haber compartido experiencias con músicos que han trabajado con el recordado Ricardo Vilca, una de las figuras más destacadas del folclore del altiplano, el viaje a la Quebrada abrió en toda su dimensión la posibilidad de transmitirles a los chicos el sentido estético y artístico de la música que ellos mismos ejecutan: poder conocer la historia del lugar a partir del respeto por la esencia de lo que están tocando. Esencia a la que se accede solamente desde el lenguaje musical.
-Es inexplicable. Por más que nosotros queramos explicar lo que fue ese viaje, lo que significó para los chicos, es algo inexplicable. No se puede explicar con palabras. Es algo que pasa por los sentidos.

Atilio intenta encontrar palabras que permitan describir lo inexplicable. Lo intenta. Y mientras más persiste, más despliega el misterioso paisaje las insondables notas hechas de coplas y silencios, cuecas y carnavalitos, ritmos que afloran del llamado de la madre tierra.

En el “viaje de los sentidos”, que comprendió las localidades de Tilcara, Maimará, Purmamarca y Humahuaca, los chicos aprendieron -agudizando la capacidad de observación- la técnica original de tocado del sikus, que es con una sola hilera de cañas en vez de dos: un grupo toca la mitad de las notas y el otro grupo la otra mitad, y así se arma la melodía. Compartiendo y participando. Porque fundamentalmente el sentido de la música de los pueblos del altiplano está relacionado con lo comunitario, con lo cotidiano: no existen alturas ni escenarios ni divisiones que separan al músico de su público. Las únicas alturas posibles son las que se encuentran a nivel geográfico.

El aporte del viaje al norte de nuestro país produjo en Los Sikuris el poder vivenciar el folclore de vida de la gente de allá, cómo siente y lleva la música en la sangre la población, el proceso de construcción artesanal de cada instrumento, las leyendas e historias acerca de su origen.

La riqueza musical y humana que los chicos han sabido incorporar tras el recorrido por la Quebrada, ha influido en la elaboración de un sonido y un estilo cada vez más profesional y personal como banda.

***

La Banda de Sikuris realiza un trabajo importante con la comunidad de bolivianos residentes en Olavarría, actuando en diversas presentaciones con el cuerpo de baile Los Tinkus. “Nosotros sentimos alegría con ellos, porque carecíamos de la música norteña”, afirma Zenón Centellas, miembro de la Comunidad Boliviana en la ciudad. Zenón ha participado en la traducción del quechua, la lengua del Imperio Inca, de algunas de las canciones del repertorio del grupo, como el caso de Ojos azules.

Marilyn, de 19 años, integrante de Los Sikuris, se dedica a cantar y a bailar y también pertenece a la comunidad. De a poco va incursionando en el idioma, aunque es su madre la que habla bien y le transmite los conocimientos.

Algunas de las canciones son cantadas por los chicos en quechua, indagando los propios integrantes en su gramática y expresiones lingüísticas. La selección de las composiciones requiere a menudo un cuidadoso proceso de investigación del material discográfico, bibliográfico y antropológico de la zona de Bolivia, en especial los museos de Sucre, La Paz y Cochabamba.

Los Sikuris estudian aspectos que caracterizan a la cultura de los pueblos originarios: su geografía, historia, folclore tradicional (que se extiende hasta las zonas de Perú y Chile), creencias y vida en comunidad, aproximándose a su cosmovisión desde la mirada y el habla de los propios lugareños.

“Son extraños los misterios”, cantan Los Sikuris en El árbol de mi destino, letra de una canción nueva del repertorio y que pertenece a Los Kjarkas, uno de los grupos folclóricos más representativos de Bolivia.

Son extraños los misterios, sí: como el sonido de voces y sikus que ahora empiezan a decir adiós tras el cerro de la luna.

Extraños, sí: como áridas melodías arremolinadas por el viento de la despedida.
Extraños: como eternos acordes de humanidad.[1]

[1] Para saber más: www.fundacionlanacion.org.ar/premio / www.educaresiliencia.com.ar

miércoles, abril 22, 2009

Entrevista a Walter Iannelli | Segunda Parte

¿Tiene en mente a un lector “tipo” al momento de elegir las palabras para un escrito?

No, o sí, otra vez. En verdad pienso en un lector parecido a mí, y escribo aquello que supongo me gustaría estar leyendo o, como pareciera obvio pero no siempre lo es, lo que me interesa escribir.
Las palabras elegidas para escribir obedecen casi siempre a necesidades de la obra, al tono, a la construcción de identidad de la voz narrativa, a la estructura elegida para narrar un determinado episodio, a la búsqueda de un ritmo propio para cada situación o a la variación de esos ritmos en relación a lo que se está contando, es decir, en suma, supongo que a cuestiones de oficio.
Sin embargo todas esas variables, inevitable y creo que felizmente, son procesadas por la cabeza de cada quien que escribe, con su vida, su lenguaje y con su retórica a espaldas, y de eso estimo deviene el modo de escribir de cada uno.

Se entiende que un autor puede desarrollar un estilo propio o rasgos distintivos, y ése camino me resulta más interesante que el de buscar un lector que ya obedezca a determinados códigos. Prefiero ir por el intento de inventar a un lector para mis textos, en definitiva, aunque resulte un camino mucho más difícil y a todas luces menos redituable en sentido práctico.

En Metano se puede observar una predilección por el realismo como forma de expresión, ¿lo ve como una constante en su obra?

Preferiría no hablar de realismo en Metano, sino de un tratamiento de la realidad que consistiría en un progresivo estiramiento de sus límites. Una “realidad estirada” que explore los bordes de sí misma en la búsqueda de aquellos lugares o momentos que sin llegar a ser fantásticos pueden parecerlo de tan absurdos o impensados. En el prólogo a “La línea de Sombra”, esa magnífica novela de Joseph Conrad, el mismo autor se encarga de hacernos notar que la realidad es tan compleja y que sabemos tan poco de ella, que si nos animamos a explorarla no haría falta inventar argumentos fantásticos para que una historia nos inquiete y sorprenda. La duda metafísica y la ingenuidad son de algún modo madres y herramientas fundamentales para esta exploración, que a veces tiene resultados inesperados.

De cualquier modo, si Metano pudiera inscribirse en la categoría de libros realistas, diría que no es una constante en mi obra, al menos la cuentística. Mi libro de cuentos anterior, “Alguien está esperando” propone algunos juegos donde lo fantástico aparece en muchos textos. Siempre me interesaron las formas en que el elemento fantástico era introducido por determinados autores en su obra. El fantástico liso y llano puro y desmesurado de S.King, El fantástico ambiguo que aparece progresivamente en la realidad cotidiana de Cortázar, el fantástico del entresueño y la vigilia de Borges y Macedonio, El realismo mágico de Rulfo, la realidad contaminada de Salinger, de Onetti y Faulkner, lo fantástico desde la imposibilidad de Kafka y el fantástico ingenuo de Bradbury, por ejemplo. Son todos modos de acercarse al fantástico, que para mí no es otra cosa que explorar la realidad. En la intención descarada de copiarlos a todos y a cada uno escribí y busqué –y busco, debería decir- mis propias herramientas para no hacer otra cosa que especular acerca de la naturaleza de la realidad. Sin ir más lejos, mi última novela, aún inédita, se llama “La invención de lo real”. Quizá, entonces, la apuesta estética cifrada en Metano esté en la intención de trabajar un registro que no inserte “lo extraño” de un modo imprevisto, tajante y puntual, sino que aquello extraño o inquietante se vaya naturalizando, “realizando” podríamos decir, en forma paulatina, contaminando de a poco de la subjetividad, el pensamiento mágico y la, para usar un término sicoanalítico, propia fantasmática de los personajes. Para el caso, Sanpaku, mi primera novela, tuvo esa guía como estímulo.

Metano tiene un anclaje en las relaciones interpersonales, ya sea hacia el interior de una pareja, entre colegas, entre sujetos con diferentes niveles de poder. ¿Cuáles piensa que son sus temas recurrentes? Aquellos que lo obsesionan.

Otra linda pregunta (siempre las preguntas lindas son las más difíciles de contestar).
Trataré de hacer un listado de temas que me obsesionan u obsesionaban (confieso que para hacer este ejercicio tuve que pensar en lo que había escrito):

1) El deseo desplazado. Esa cosa de que siempre queremos lo que tiene el otro, y cuando obtenemos lo que tiene el otro queremos lo que tiene el otro de más allá, y así indefinidamente.
2) Como dije, la naturaleza de la realidad (incluidos los universos paralelos, la posibilidad de que seamos otros en “otros lados”).

3) Las relaciones entre personas (parientes y no). Vínculo, poder y sometimientos varios.

4) Los niños, su tiranía, su fragilidad, su sufrimiento, su capacidad para ser todo el tiempo aquello que nosotros adultos nos esforzaremos mucho por alcanzar a ser algún día.

5) Lo increíblemente a mano que está para nosotros la posibilidad de disponer de la vida de otra persona.

6) La fe y los dilemas de la religión. La culpa, los mandatos y la necesidad de un dios.

7) La probable existencia del amor o la necesidad de inventarlo emocional y conceptualmente en el caso de que no existiera.

8) La imposibilidad o la posibilidad de que todo se complique a extremos indecibles (éste me quedo de Kafka –también, viviendo en Argentina…).

9) La paradoja en todas sus formas.

10) La idea de que alguien pueda estar pagando con su sufrimiento la felicidad de otro, como un modo de sostener un orden cósmico.

11) El miedo, siempre el miedo en todas sus formas.

12) Coger y Morir, que, como decía Pizarnik, no tienen adjetivos.


¿Cuáles reconoce como sus principales influencias contemporáneas y por qué?

No tan contemporáneos, fueron parte de mi formación entre los que no nombré el sueco Sam Ludwal, Stig Dagerman, Raymond Carver, Conrado Nalé Roxlo (un monstruo autóctono de exquisita escritura y humor), José Donoso ( por su mirada panorámica y su capacidad para hacerme vivir lo que estaba leyendo), Joaquín Giannuzzi (un poeta que creo que todo narrador debería leer, por la virtud de unir los mundos aparentemente disociados de la cosmogonía poética y la cosa cotidiana con un discurso brutal y bello a la vez), Úrsula Le Guin (porque toda su literatura es “una mano izquierda de la oscuridad”), Plilip Dick, Philip Farmer, Arthur Clarke, Haroldo Conti (otro monstruo de los nuestros).

De los más contemporáneos una breve lista:
Marcelo Cohen, porque me interesa su búsqueda a través del trabajo sobre el lenguaje y los argumentos.
Paul Auster, forma y contenido, sin aspavientos.
Abelardo Castillo, por mantener la despreocupación por la moda y la solidez de los grandes cuentistas.
Mis amigos Alberto Ramponelli y Emilio Matei, dos narradores estupendos.
Rogelio Ramos Signes, porque aún estoy tratando de plagiar su nouvelle “En los límites del aire, de Heraldo Cuevas”.
Juan José Saer (a veces hay que leer 100 páginas para que explote, pero cuando explota uno entiende para qué se escribieron esas 100 páginas).
Algunos intentos de Aira y Laiseca, capaces de escribir cosas tan buenas como tan malas.
Y seguirían muchos más.

¿Qué está leyendo hoy por hoy?

Dos regalos que me hicieron. Uno de mano del editor: El Canon de Leipzig de Luis Sagasti (lo acabo de terminar, me gustó mucho). El otro de manos del autor: Guerrilleros, una salida al mar para Bolivia, de Rubén Mira (recién lo empiezo y me encanta).

lunes, abril 20, 2009

Entrevista a Walter Iannelli | Primera Parte

¿Cómo es el proceso creativo en su obra? ¿Cómo surge la idea de un cuento?

De muy diversas formas. No creo que un cuento sea algo que uno se sienta a escribir y sale, y listo, aunque así parezca, sino probablemente algo que se va gestando en alguna zona a veces oculta e inaccesible al consciente, y que de pronto emerge en forma de situación o simplemente de tema, de idea. Quizá el cuento resulte la excusa para hablar de un tema determinado: un miedo, por ejemplo. Quizá ese miedo nos ha venido acosando desde hacía mucho tiempo, sin palabras aún, y un día aparece en nuestra cabeza una escena que puede representarlo metafóricamente de manera que quede dicho por abajo del texto. A veces apenas aflora en nosotros la sensación pelada, sin palabras (la sensación de miedo por ejemplo) y entonces el cuento es la intención de poner en palabras mediante una narración aquello que no podemos decirnos. A veces simplemente es una necesidad que obedece a algo que no podemos entender todavía, que quizá nunca entendamos. Trato de explicarme: creo que podríamos hablar en un cuento de tema y de argumento. El tema sería aquello de lo que queremos hablar, y el argumento la situación de la que nos valemos para representar, por acumulación, como si el cuento fuera una larga metáfora, aquello de lo que queremos hablar. Muchas veces, terminado el cuento, quizá evaluados ya los términos formales en los que se centra lo narrativo -es decir, que el cuento resulte un texto literario y cumpla con los requisitos formales-, puede suceder que no sepamos a ciencia cierta de qué estamos hablando, qué cosa allá en las profundidades de nosotros mismos nos llevó a escribir esa historia.

Al respecto pueden pasar cosas interesantes. Cuando el editor me acercó las galeras de mi último libro de cuentos, advertí que me faltaba agregar la dedicatoria más importante. El cuento Metano, el que le daba título al libro, estaba dedicado a mi madre que falleció hace poco tiempo. Sin embargo en ese momento me di cuenta de que debía sobre todo dedicárselo a mi padre, ya que se trata de la historia de un mundo en donde la gente a la hora de morir explota: mi padre murió en una explosión accidental cuando yo tenía 3 años. Ese dato, siempre sabido por mí, estuvo oculto en alguna zona de mí mientras escribía y aún mucho tiempo después de haber terminado el cuento. Sólo un instante antes de entregar las galeras corregidas al editor, advertí que quizá esa explosión me hizo imaginar, cuarenta años después, un mundo donde el fin del mundo de cada uno de nosotros era un estallido.

En algunos otros cuentos “aquello” que molesta, obsesiona o necesitamos exorcizar puede estar más a la vista. Cuando mis hijas eran muy pequeñas, siempre tuve miedo de que alguna se ahogara en la bañera. Parecía improbable tal circunstancia. Cualquier padre receloso de sus hijas haría lo suficiente para cuidarlas para que eso no sucediera. Sin embargo, esa facilidad con que parecía que podía acometerse la empresa de evitar que un hijo se ahogara en 40 centímetros de agua, no cerraba las puertas de la fatalidad. De manera que aún así, un avatar, un hecho fortuito, dejaba abierta una brecha al horror que conducía a la tragedia, pero más todavía a la vergüenza del absurdo. Cualquiera de nosotros preferiría morir de un modo lógico, y no porque el taco del zapato se quedó atorado en las vías del tren y no pudimos zafarnos. La escritura de la historia de un chico que se ahoga en la bañera me liberaba de alguna manera del peso y el dolor, o al menos me permitía asumirlo, pero también me planteaba un problema de orden metafísico , que fue el que, estimo, justificó la existencia literaria del escrito: cuando Dios o el destino, digamos, son causantes de la tragedia, la muerte adquiere una lógica, y es más fácil de digerir, ¿pero qué pasa cuando lo somos nosotros mismos por negligencia? Es más fácil echarle la culpa al destino que tener que asumir la soledad en la que acertamos o nos equivocamos. De este modo, un personaje de este cuento se pregunta si no será mejor manipular la verdad y modificar piadosamente los hechos para que Dios sea el responsable de todo.

En fin, todos los cuentos obedecen, supongo, a más o menos secretas obsesiones, que a veces se me ponen de manifiesto, y otras no. Debería charlarlo con mi terapeuta.


Algunos escritores se sientan todas las mañanas a escribir o corregir, otros prefieren esperar a que una idea los movilice ¿Cómo es su metodología de trabajo?

Quise tener una metodología de trabajo, quizá la tuve alguna vez, pero ahora no sé si la tengo.
El tiempo que tengo para escribir, que me gané con sudor y lágrimas para decirlo retóricamente y que es bastante por suerte, a veces no lo uso todo para escribir. ¿O sí? A veces escribo dándole de comer al gato, viendo cómo crece el geranio, mirando por la ventana, haciendo cosas manuales o simplemente haciendo nada. En ese estadío en que las cosas todavía no tienen palabras me tomo mi tiempo de escritura como un tiempo de recreación hasta que aquello que me da vueltas por la cabeza cobra tanta fuerza que me hace sentar en la silla y apretar la primera tecla. Entonces escribir ya no es un acto volitivo, sino una necesidad de sacarte de encima u ordenar aquello que te inquieta, de darle una forma estética quizá.

Muchas veces intenté la contraria. Decidido a convertirme en un escritor, me senté largas tardes frente a la Olivetti o la PC a obligarme a ser un genio. Fueron momentos duros, en los que es muy fácil sentirse un verdadero idiota: la voluntad no nos hace más talentosos, salvo en lo que respecta a la gimnasia de la escritura, de por sí importante. Pero no es la voluntad la que nos va a deparar la necesidad de escribir y sin necesidad de escribir no somos escritores, del mismo modo en que no somos lectores si no tenemos ganas de leer. La voluntad sirve, sí, cuando aquello que nos acosa ya se ha convertido en nuestro mundo y no distinguimos lo que pasa en la calle de lo que pasa en nuestra pantalla; sirve cuando son las cuatro de la mañana y no le encontrás las palabras a una página aunque estés seguro de lo que querés decir, sirve cuando nadie te da bola y sin embargo pensás que podés escribir un gran libro. Pero si adentro, no tenemos a alguien capaz de dejarse ganar por la sugestión, alguien que se permite dudar, alguien que pueda aferrar con una mano el corazón del deseo, es difícil que podamos escribir y disfrutarlo. Y el día que deje de disfrutarlo, no escribo más.

De modo tal que sí, también ahora durante períodos me siento regularmente a escribir, no en horarios muy exactos, pero casi siempre cuando “algo” más allá del mero tener que hacerlo me impulsa.


¿Cómo decide el nombre de un libro, qué importancia tiene para ud el título y qué alcance cree que tiene en el lector?

Linda pregunta, difícil de contestar.
La primera respuesta sería desde su posible inclusión en el mundo de los libros. Este último libro de cuentos tenía otro título que cambié a sugerencia del Editor. Quizá hice bien, no sé. Pensé que quizá era mejor un título corto, que la gente pudiera recordar, un sustantivo, a una construcción de varias palabras que ni se pudiera buscar en google. En esos términos digamos que se podría hablar de microscópicas operaciones de mercadeo en un mercado casi inexistente como es el de la literatura argentina. Por otra parte siempre pensé en libros que me habían gustado muchísimo con títulos horribles, previsibles o demasiado denotativos. Por lo general, hablando de cuentos, nunca encontré que el cuento que le diera el nombre al libro fuera el que más me gustara. De modo que supongo que concluí que una cosa era el título de un libro tomado de uno de los cuentos y otra la elección de un título de un cuento para que éste como cuento representara la totalidad.

Creo que el alcance que tiene un título para el lector está relativizado por muchas cosas. En principio por la exposición que tenga el libro en librerías, en segundo término por la repercusión en los medios. El título tendrá ahí sí alguna importancia: en la medida que el lector pueda acceder a su conocimiento.

En materia estética, la respuesta es más simple: me gustan los títulos que carecen de un sentido determinado, aquellos que se irán cargando de sentido en la medida que el texto transcurra. Ahí ya no importa si el título es corto o largo, fácil o difícil de recordar. Lo que importa es que el título empiece a cobrar significado con la lectura, como si fuera una metáfora muy sintética de lo que hay entre las tapas.

sábado, abril 18, 2009

Metano - Walter Iannelli

Metano de Walter Iannelli.
Ediciones Paradiso
120 páginas - 2008

Hace algún tiempo llegó a nuestra redacción Metano de Walter Iannelli editado por Paradiso. Iannelli nacío en Buenos Aires en 1962 y publicó libros como Alguien está esperando (cuentos) Zumatra y la mecánica de tu corpiño (poesía) y Sanpaku (novela). En el 2001 fue merecedor del Premio Fondo Nacional de las Artes de novela, así como también lo fue en los años 1995, 2000, 2003 y 2004 pero durante estos dos últimos años el premio no apuntó a su novela sino a varios de los cuentos del libro que tuve el placer de leer.

Una de las particularidades que encontré más interesante del libro y que se proyecta a través de algunos de sus cuentos, no es solo como evita toda una tipología de errores que cometen los escritores novatos y pretenciosos sino como con una leve cuota de sarcasmo se ríe de ellos. Pareciera que estos errores que para cualquier otro escritor podrían ser enormes trampas de arena de las cuales cuanto más se lucha para salir más uno se hunde, para Walter Iannelli, primero no revisten dificultad y luego no esconden secreto alguno.

Al esquivar un error que sería moneda común en otro escritor Ianelli plasma una virtud. Uno de los que más me atrajo al leer el libro fue la naturalidad lograda en el registro de los diálogos y monólogos interiores de los personajes. Desde escritores venidos a menos hasta amigos indeseables de clase media alta pasando por fotógrafos fracasados y gente que explota por los fenómenos de la combustión.

Un párrafo aparte para el cuento que le da nombre al libro. Metano tiene reminiscencias cortazarianas de una historia de literatura fantástica, donde si no fuera por el hecho de que las reglas físicas que rigen su desarrollo son inconcebibles en nuestro mundo cotidiano, la naturalidad con la cual es narrada la historia nos haría creer que un suceso semejante es posible.

Metano se ganó esta reseña al mostrar una virtud que rara vez encuentro en los libros de ficción, una virtud que trabaja en distintos niveles. Iannelli logra un libro que resulta tan interesante para quienes leen habitualmente por la frescura de su trama, su logrado registro y certeza en su vocabulario como también un excelente libro para recomendar a esos amigos que sienten la literatura como ajena, con seguridad ellos disfrutarán la intensidad en que narra historias interesantes, esquiva lugares comunes y remata con creatividad.

A raíz de la alegría que a cualquier mortal le causa descubrir un autor decidimos empezar una sección con autores que al menos para esta redacción no habían sido leídos. Después de todo, los autores comienzan a existir una vez que terminamos uno de sus libros.

lunes, marzo 30, 2009

Novia perpetua

Todos los días la sutil presencia
de atmosférica resonancia
tintineando a mi alrededor
su inconfundible gorjeo,
su espectro acústico curvado
en un arco de violin nocturno,
sacudido de polen planetario.

Marcial y nupcial, solemne,
erecta en la invisibilidad
del aire desnudo multiplicado,
tímida, frágil de impalpables alas,
y rotunda en tu advenimiento
de ínfimas sagitas percutoras,
de moleculares dedos pulsando
los atmosféricos hilos del aire,

ay amor, el sutil cosquilleo
de plumas sutilísimas,
o polen estelar espolvoreado
allí donde la trama órfica
su red receptora tendida,
tu misteriosa presencia cada día.

Marcial y nupcial, herido
de aromados pezones exhalando
su láctea maternidad, su trémula
materia impalpable percutida,

qué, si no tu anónima presencia,
qué, si no tu danza minúscula
de minúsculos pies tintineando
a mi alrededor con su adormidera.

Todos los días tu sutil visita
enredada en el aire desnudo
con su hábito de espuma planetaria,
novia perpetua de clara resonancia.


Ulises Varsovia
De: Racimos (1998)
(Inédito)

sábado, marzo 28, 2009

Morir es otra cosa

Por Juan Forn

Vengo cruzando mails con una señora de cierta edad, a propósito de una contratapa que escribí hace unas semanas sobre “el buen morir”. En el primer mail, la señora me preguntaba si había manera de conseguir en Argentina los tres libros que yo mencionaba, pero como quedó en evidencia en el segundo mail, la pregunta era sólo una excusa para decirme que el final de mi nota le parecía altamente implausible, y de muy dudoso gusto además (yo citaba las últimas palabras que le había dicho una paciente a un amigo mío médico en un hospital, después de pedirle que se sentara a su lado y le sostuviera la mano: “Llevo un rato muerta y casi no se nota la diferencia”). “No me parece nada bien rematar con una humorada un asunto tan serio”, me decía mi corresponsal, de nombre Aída. “Y además no creo que exista ese amigo suyo médico”, agregaba sibilinamente en la posdata.

Soy de cumplir esa regla de hierro enunciada por Saul Bellow (“Nunca, bajo ningún aspecto, contestar las cartas que recibimos de lectores”), pero esta vez confieso que me solivianté. Le copié a Aída el mail de mi amigo médico, para que ella le preguntara directamente si existía o no. En cuanto a las según ella implausibles últimas palabras que cerraban mi nota, copié de memoria unos versos del poeta polaco y Premio Nobel Czeslaw Milosz (que quizá no fueran de él sino de otro polaco poeta y Premio Nobel, Zbigniew Herbert): “Hay una hora que no es aún la noche y no es ya el día, en que los muertos y los vivos pueden tocarse”.Creí que con eso daba término a mi epistolario con Aída, pero la respuesta llegó pocas horas después: “Encontré hace un mes, en una librería acá en Rosario, un volumen muy breve de una médica inglesa llamada Iona Heath, que trabaja en un hospital de uno de los barrios pobres de Londres. El libro se llama Ayudar a morir. Pensé que usted plagiaba de ahí”.

Antes de enojarme más con Aída, me di una vuelta por las librerías gesellinas y encontré sin dificultad el librito en cuestión. Empecé a leerlo de parado y todavía furioso. Una hora después, cuando me faltaban menos de veinte páginas para terminarlo, decidí que era uno de esos libros que hay que tener sí o sí, lo pagué, me lo traje a casa, me senté a la computadora y le agradecí a Aída su recomendación. “No me agradezca. Escriba sobre el libro”, me contestó.Lo primero es lo primero, entonces: la muerte es parte de la vida, dice para empezar la doctora Heath. El gran Hans-George Gadamer, que vivió hasta los 102 años, había declarado al cumplir los cien: “Quiero estar vivo hasta la muerte. Si reducir el dolor es atontar la conciencia, prefiero el dolor. Al menos prefiero elegir yo mismo entre el dolor y la conciencia”. Samuel Beckett confesó enfurecido, antes de morir: “Es casi imposible hoy en Europa morir con dignidad, salvo que uno sea pobre”. Más del 70 por ciento de los pacientes que mueren en hospitales europeos lo hace bajo el efecto de potentes calmantes (y el 55 por ciento muere con los tubos de alimentación puestos). ¿Entonces la mejor muerte posible, hoy, sería la muerte repentina? La doctora Heath pone el dedo en la llaga cuando se pregunta si la muerte repentina es una buena muerte. Y se contesta que la mejor manera de completar la vida (y qué es una buena muerte sino eso: completar la vida) es estar preparado para morir.

Según la doctora Heath, la mente y el espíritu se adaptan a los efectos que tienen en el cuerpo la vejez y la enfermedad. Según la doctora Heath, uno no muere hasta que el cuerpo está listo para morir: a medida que decae la esperanza, crece el anhelo de paz en las personas mayores. Esa es la señal mental de que uno está preparado para morir (la tarea de los médicos es contribuir a que los tiempos corporales y mentales del paciente estén en la mayor armonía posible). Según la doctora Heath, no se muere repentinamente ni siquiera en los episodios cardíacos: hay vida después de que el corazón ha dejado de latir. Apartar la vista de los moribundos es tratarlos como si ya no perteneciesen al mundo de los vivos (y me permito recordar aquí a los lectores lo que conté la semana pasada sobre Gore Vidal, cuando llegó a la habitación donde yacía su amante de toda la vida justo en el momento en que éste había dejado de respirar: “Howard tenía los ojos abiertos y brillantes y alerta. Los pulmones y el corazón tal vez ya se hubieran detenido, pero los nervios ópticos seguían enviando mensajes a un cerebro que, como dicen los que entienden, no se apaga inmediatamente. De manera que, en el final-final, nos miramos fijamente a los ojos uno al otro”).La doctora Heath cree, como John Berger, que los muertos nos ayudan a morir. Berger lo dice de manera poética: “Los muertos rodean a los vivos. Y hay intercambios entre ambos, intercambios que nunca fueron claros y que, desde que el capitalismo deshumanizó a la sociedad, se han vuelto más difusos aún. Hoy pensamos en los muertos como los eliminados, con consecuencias desastrosas para los que estamos vivos”. Porque es médico, y porque es mujer, la doctora Heath es más terrestre. Ella explica así su convicción: “Cuando los muertos superan a los vivos entre las personas que conocemos, es más fácil morir. Eso es lo que les pasa a los viejos. O a los que sobreviven a una masacre, una catástrofe, una guerra. Y eso es lo que explica, quizá, por qué es tan difícil para los jóvenes aceptar la muerte”.Hay una sensatez sobrehumana, casi angélica, en las palabras de la doctora Heath. Su brevísimo, invalorable librito termina con un puñado de consejos para que los médicos recuperen ese papel tradicional como compañeros-en-la-muerte, que abandonaron a causa de los avances científicos y tecnológicos. Me permito reproducirlos: Siempre que sea posible, los pacientes deben morir en un lugar familiar y querido. No deben morir en soledad. Hay que comunicarse hasta el final con el moribundo, y no sólo de palabra sino también a través del contacto físico, mirándolo a los ojos, sosteniendo su mano. La muerte no se puede evitar. La muerte pone fin al miedo.Mi querida Aída, espero que ahora estemos en paz.

viernes, marzo 27, 2009

Sobre el libro “No toda belleza redunda en felicidad"

Marzo 25 de 2009
Jorge Ariel Madrazo


“Toda antología aspira a cierta lucidez que supere la simple colección de unos poemas…”, apunta –con no menor lucidez- Daniel Tevini, escritor y editor de Godot, en la solapa de este feliz conjunto organizado y prologado por la poeta Emilce Strucchi. Que prefiero llamar muestra, o selección poética, antes que antología. Es que una antología suele nacer de la pretensión de iluminar a un grupo generacional, o de recortar a una nómina de poetas ya sea a partir de una geografía común o una corriente estética compartida.

En el caso de este libro creo notar, en cambio, una comunión surgida de una previa frecuentación entre colegas, del afecto y la reunión en torno a una parecida vibración del espíritu. Una suerte de fervoroso climax poético y emocional que convergió en un racimo de voces, para felicidad de todos y para bien de la poesía, gracias la catalítica voluntad y al talentoso afecto de Emilce.

Son, por fortuna y como era de esperar, voces muy diferentes entre sí. Imposible, por razones de tiempo, referirme a ellas en particular. Pero sí diré que es un friso que tanto incluye el ascetismo y la ortodoxia de la palabra acendrada, que aúna emotividad con exactitud, por ejemplo en Roberto Glorioso, como la audaz combinación de un lenguaje irreverentemente creativo con un coloquialismo que nada debe al de los años ’60; es decir, una visión, de preferencia urbana y muy siglo 21, preñada de una imaginería notablemente fresca; se me ocurre que podría englobar en este sub-grupo, tan arbitrario como cualquier otro, al ya reconocido Gustavo Tisocco, a María Isabel Pazos y -acaso con un cierto mayor barroquismo sintáctico- a Germán Rosati.

Cualquier adjudicación, a un poeta, de éste o aquél atributo, puede acarrear una protesta airada o una rebelión silenciosa. En mi caso, como veterano lector y colega de los aquí reunidos, toda opinión en tal sentidoo parte del vivo interés y del deseo de efectuar una lectura algo más acuciosa. Y repito que al suponer en algunos poetas una u otra característica muy general, no pretendo olvidar las grandes diferencias que afortunadamente –y admirablemente- los distinguen.

Así, con esta salvedad me animo a rastrear un muy especial tratamiento del universo subjetivo, que se plasma en una escritura signada por una mayor opacidad dramática (si se me permite este rótulo algo hermético) , y un lenguaje en el que la esfera de lo íntimo cobra una especial crispación, en las poetas Nilda Barba, Estela Barrenechea, Elena Caricati de Pennella, la propia Strucchi, Ana Guillot, Isabel Krisch.

A casi todas ellas las conocía y apreciaba grandemente, en lo personal y en lo poético, desde mucho antes. No así a Roxana Palacios, a María Victoria Dentice y al también juvenil Manuel Palenque. Dueños ya de una voz que en las dos primeras tiende más a lo proteico, lo proliferante, y en los tres ostentando el buen uso de imágenes audaces y que el lector siente necesarias y vivas, fueron una sorpresa más que agradable. Como lo fue, para mí, la revelación de Daniel Tevini, así como descubrir al amigo y fecundo escritor Oscar Taffetani en tanto poeta, austero y contundente, propulsor de una poesía dotada de belleza aún entre lo efímero y cotidiano : “entre la yerba de ayer, / entre el sol y los / abrazos…”

Con contagioso entusiasmo, y en un tono cuasi vallejiano, invoca a su vez Emilce Strucchi, la poeta responsable de esta muestra:

“¡ Válgame la poética tortera / adentro del poetísimo horno!”.
¿Cómo podríamos desatender esa profesión de fe?

Precisamente, lo que más conmueve, en esta obra, es advertir la desvelada consagración a la palabra cargada de sentido real, contra viento y marea y contra todo tipo de cálculo mezquino, en épocas en las que señorea la intemperie espiritual y moral, y cuando la palabra sólo suele servir al tráfico de mercancías, de poder o de prestigio. El poeta es, hoy más que nunca, un exiliado del planeta: modula una lengua indeseada, un idioma extranjero. Que en ocasiones muy especiales, sin embargo, puede llegar a conjugarse en sintonía con el espíritu colectivo del mundo que le tocó en suerte.

Hay una frase del filósofo y poeta Roger Munier que pareciera apuntar justamente a ésto: «El canto del pájaro no es de aquí. Canta siempre en otra parte. Su canto resuena en la memoria.» Claro que esa Otra parte se oculta (y ésa es la maravilla) al dorso del Aquí mismo. Porque, como bien sabía Paul Eluard: «Hay otros mundos, y están en éste». Una visión enriquecida por el anhelo que expresó Ives Bonnefoy: «Que este mundo permanezca / Que entre, para siempre, / El polvo brillante de la tarde de verano / En la sala vacía». El polvo brillante, la inasible belleza.

A su turno, otro poeta -entre los mayores que ha dado nuestro país- Edgar Bayley, desgranó esta reflexión en una carta que aún atesoro: “El artista (el poeta) se encuentra solo, a la intemperie, sin más compañía posible que ese sí mismo cuya revelación aguarda en plena vigilia, acosado por la incertidumbre (...) Cada obra es una apuesta, un salto mortal, la sombra del sueño y del deseo, de la lucidez y la solvencia. Es una conjugación de la alarma y la esperanza, del desencanto y la realidad resignificada. Es la plenitud de un instante”.

Por esa plenitud, por ese compromiso al que consagramos la vida entera, agradezco a Emilce y a los poetas de esta selección su don de mantener la llama en alto y de reencenderla cada día. Muchas gracias. *

miércoles, marzo 25, 2009

HOY No toda belleza redunda en felicidad


Se acerca la celebración de No toda belleza redunda en felicidad, un proyecto nacido entre Godot, Emilce Strucchi y Daniel Tevini, que se concretó en esta compilación de poetas realizada por Emilce. Y vamos a celebrarlo pese a la tristeza por el fallecimiento de Elena Caricati de Pennella que también formó parte del libro.

Contamos con las palabras de Jorge Ariel Madrazo para abrir este evento. Habrá lectura de un poema de cada autor. Después compartiremos una copa de cortesía y además habrá libros de la editorial con importantes descuentos.

Con la compra de No toda belleza redunda en felicidad, les obsequiaremos un número de la Revista Cultural Esperando a Godot. Los esperamos! el 25 de marzo de 2009, en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543, Sala Dubrovsky (3er piso), a las 19 hs.

viernes, marzo 20, 2009

Presentamos: No toda belleza redunda en felicidad



Se acerca la celebración de No toda belleza redunda en felicidad, un proyecto nacido entre Godot, Emilce Strucchi y Daniel Tevini, que se concretó en esta compilación de poetas realizada por Emilce. Y vamos a celebrarlo pese a la tristeza por el fallecimiento de Elena Caricati de Pennella que también formó parte del libro.

Contamos con las palabras de Jorge Ariel Madrazo para abrir este evento. Habrá lectura de un poema de cada autor. Después compartiremos una copa de cortesía y además habrá libros de la editorial con importantes descuentos.

Con la compra de No toda belleza redunda en felicidad, les obsequiaremos un número de la Revista Cultural Esperando a Godot. Los esperamos! el 25 de marzo de 2009, en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543, Sala Dubrovsky (3er piso), a las 19 hs.

lunes, marzo 16, 2009

El Falansterio


domingo, marzo 15, 2009

Amigos de la casa




Se presenta: Sólo cuentos, la nueva colección de la Edulp (Editorial de la Universidad de La Plata). La misma será el 17 de Marzo a las 19 horas, en el Centro de la Cooperación (Sala Solidaridad), Corrientes 1543.

jueves, marzo 12, 2009

No toda belleza redunda en felicidad



Se acerca la celebración de No toda belleza redunda en felicidad, un proyecto nacido entre Godot, Emilce Strucchi y Daniel Tevini, que se concretó en esta compilación de poetas realizada por Emilce. Y vamos a celebrarlo pese a la tristeza por el fallecimiento de Elena Caricati de Pennella que también formó parte del libro.

Contamos con las palabras de Jorge Ariel Madrazo para abrir este evento. Habrá lectura de un poema de cada autor. Después compartiremos una copa de cortesía y además habrá libros de la editorial con importantes descuentos.

Con la compra de No toda belleza redunda en felicidad, les obsequiaremos un número de la Revista Cultural Esperando a Godot. Los esperamos! el 25 de marzo de 2009, en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543, Sala Dubrovsky (3er piso), a las 19 hs.

miércoles, marzo 11, 2009

Fotos





Hola
Estoy ayudando a la agencia de publicidad Madre, a conseguir 40 fotos "ocurrentes" para usar en via pública en Argentina, por 18 meses. Adjunto los ejemplos de "ocurrente" (donde se juega con la perspectiva o el ingenio humorístico).
Por cada foto pagarán 500 pesos. Si conocen alguien que crean que tenga, avisenle por favor.
Si mandan imagenes que sea a http://ar.mc522.mail.yahoo.com/mc/compose?to=juan@madrebuenosaires.com por favor.
Por el momento en baja resolución.
Hay tiempo hasta el 1 de Abril.
Muchas gracias
Juan

Noche de Museos


martes, marzo 10, 2009

Mil Antenas


10ma FLI(A)Feria del libro independiente y alternativa



10ma FLI(A)Feria del libro independiente y alternativa


Domingo 29 de Marzo 12 a 23hsen el estacionamiento recuperado por los estudiantes en la Facultad de Sociales, Azcuénaga 933 (Esq. Paraguay) Bs. As.


Más de 100 puestos de escritorxs, editoriales independientes, revistas, fanzines y publicaciones alternativas


Muestras de artistas visuales
Charlas, debates, presentaciones de libros.
Sala de proyecciones
Escenario con poetas y músicos en vivo
Radio abierta
Sorteo de libros

Comidas y bebidas para la autogestión de este espacio de encuentro y difusión de la literatura independiente.

La feria del libro independiente es un espacio alternativo, un encuentro importante para mucha gente que impulsa y genera otra forma de hacer, vivir y consumir cultura.Un espacio de libre participación, sin sponsors, ni marcas.

Hoy nos convoca la lucha estudiantil, como todas las luchas enmarcadas por la recuperación de los espacios para la expresión del arte y las necesidades de los seres.La flia se siente par a par en esta lucha porque reconoce ese camino, lo comparte.


Apoya, convoca y difunde desde el libre acceso a la información y a la literatura, acercando a la comunidad el conocimiento de otras formas de edición ante la estructura monopólica de los contenidos culturales de la sociedad. Ubica a escritores y lectores en un mismo plano, y une desde el encuentro y el compartir espacios, generaciones de artistas en el camino por la libertad del pensamiento y las expresiones humanas, que van más allá del circuito de consumo del arte,rompen el envase de artículo para mostrar su verdadero contenido sin intermediarixs.


Te esperamos para compartir un domingo socializando la cultura libre y el crecimiento colectivo.

Parroquiales II

Respuesta a un mail sobre Doce pruebas de la inexistencia de Dios:

dios es la gaia, dios eres tu, dios soy yo, dio es mi hijo, dios es mi planta y sus insectos. Como puedes decir que todo eso no existe?

lunes, marzo 09, 2009

Amigos de la casa



Gente que trabaja con la palabra,
taller literario La Nave Fue y Volvió

domingo, marzo 08, 2009

In Situ, Revista digital de cultura

Estimados amigos y lectores de In Situ, Revista digital de cultura.

Presentamos hoy el tercer número de In Situ, Revista Cultural. Como todo trabajo colectivo, éste implico un gran esfuerzo por parte de quienes componen el comité editorial, labor que se sostiene en el interés por dar cuenta de las múltiples formas de hacer del hombre en sociedad a través de una revista interdisciplinaria y, con ello, de avanzar sobre cuestiones muy poco exploradas, pero que en nuestro espacio académico comienzan a ser tenidas en cuenta. De ese pequeño granito de arena que estamos dispuestos a aportar, los mayores logros pertenecen a quienes colaboran en este proyecto, que día a día, por suerte y seguramente también por la constancia en el trabajo, van aumentándose, diversificándose y comprometiéndose junto a nosotros.

En este punto del recorrido la revista pretende mirar a futuro. Los desafíos tienen que ver sin dudas con las formas de organización y estructuración del material publicado. A lo largo de estos tres números hemos podido incluir en un mismo espacio trabajos de diferentes temáticas y encarados desde distintas perspectivas, lo cual, lejos de quitarle unidad a la revista,
creemos contribuye a fortalecer el diálogo entre los distintos discursos de lo social. La poesía, la fotografía, la pintura, la producción audiovisual, la música, nos permiten no solo complementar sino también mirar desde otra forma de producción las construcciones culturales. La historia, la antropología, la sociología, las letras, se dan la mano en este espacio polifónico para delimitar como objeto de estudio y producción el espacio de lo cultural.

Poder incluir en nuestra publicación trabajos de estudiantes es aún uno de los objetivos que mayores problemas nos ha presentado. Esperamos que en números posteriores las participaciones de compañeros de esta y otras facultades se multipliquen, pues creemos que el diálogo entre los jóvenes que ingresan al mundo de la producción científica o artística y los profesionales que ya se hallan insertos en él es una necesidad imperiosa. Es ésta pues, al igual que las anteriores, una invitación a la publicación, y con ello al diálogo, a la discusión, al aprendizaje mutuo.

Debemos agradecer enormemente a Marta Penhos, Rodrigo Salcedo, Oscar Barragán Abreu, Hernán Ulm, Violeta Carrique, Gustavo Akira Casillas de la Vega, Pablo Cosso, Marcelo Caballero, Alicia Lillo, Virginia Montaldi, Mariela Vargas, Luna de la Cruz, al espacio de arte La Ventolera, Liliana Celiz, a Mariano Gusils y a todos los que desde una u otra posición ayudaron a concretar la apuesta de este tercer número.

Esperamos que los contenidos vertidos en estas páginas sigan contribuyendo a un debate mas abierto y comprometido.

Saludos cordiales.
El Comité Editorial.

sábado, marzo 07, 2009

Los Asesinos Tímidos Nº14

Estimados amigos, luego de mucho descansar, llegó Los Asesinos Tímidos Nº14
Con un click aquí pueden acceder a la revista www.losasesinostimidos.blogspot.com

viernes, marzo 06, 2009

Décima FLIA - Allí estaremos.

Se viene la 10ma FLI(A)Feria del libro independiente y alternativa
Domingo 29 de Marzo 12 a 23hs en el estacionamiento recuperado por los estudiantes en la Facultad de Sociales, M T Alvear y Azcuenaga, Bs. As.

Más de 100 puestos de libros, editoriales, escritorxs independientes, publicaciones alternativas y fanzines.Proyecciones Charlas-debatesMuestras de arte visual

Poetas y música en vivo

Sorteo de libros, radio en vivo, y amor, mucho amor

Contactate para participar con tu material:
Prensa y difusión: Info.flia@gmail.com
Puestos: flia.stands@gmail.com
Proyecciones: flia.proyecciones@gmail.com
Artes visuales: flia.artevisual@gmail.com
Charlas-Debates: flia.charlas@gmail.com
Poesía en vivo: flia.escenario@gmail.com

La FLIA es un espacio de expresión abierto a participar,tiene 3 años de crecimiento colectivo por una cultura libre.

INFO:info.flia@gmail.comferiadellibroindependiente.blogspot.com

Próximamente web propia!
Si llueve se pasa para el domingo 5 de abril

1ra FLIA- Sexto Kultural- mayo 2006
2da FLIA- Sexto Kultural- septiembre 2006
3ra FLIA- Asamblea Palermo Viejo- diciembre 2006
4ta FLIA- Sexto Kultural y Mutual Sentimiento- mayo 2007
5ta FLIA- Facultad de Filosofia y Letras (U.B.A.)- octubre 2007
6ta FLIA- Mercado de Flores- diciembre 2007
7ma FLIA- Sexto Kultural y Mutual Sentimiento- mayo 2008
8va FLIA- IMPA -Fábrica recuperada- julio 2008
9na FLIA - La nueva esperanza - fabrica de globos recuperada- octubre 2008

miércoles, marzo 04, 2009

V Festival Internacional de Poesía, 2009

Granada – Nicaragua

Cuando Gioconda Belli nos dio la bienvenida a todos los participantes, lo hizo de manera elocuente y sabia: con un bellísimo poema del homenajeado Poeta Nicaragüense Alfonso Cortés. (Es emotivo y muy placentero rememorar los versos de ese grande y también las palabras de Belli en http://www.youtube.com/user/festivaldepoesia.)

Es un acto de justicia hacer un reconocimiento público explícito a la V Edición de dicho festival que se llevó a cabo entre el 16 y el 21 de febrero de 2009 en la ciudad de Granada – Nicaragua, cuyo lema fue “La Poesía es la Conciencia de la Tierra”. Un gigantesco trabajo para honrar a la palabra poética y sus decidores en esa hermosa ciudad de ese hermoso país de “Nicas”, fervorosos amantes de la poesía que nos acompañaron masivamente a lo largo de una semana de actividades.

Poetas de Centroamérica y el Caribe, América del Sur, América del Norte, Europa, África, Asia y Oceanía tuvieron el privilegio de unir la suya a las tantas voces nicaragüenses en una verdadera fiesta. Nuestros anfitriones se ocuparon de todos los detalles: desde las mesas de lectura hasta las recepciones y los paseos estaban previstos en una agenda muy nutrida que honró con creces a la poesía, al pueblo y sus poetas, y a los extranjeros invitados. De Argentina, este año, viajamos: Jorge Boccanera y quien firma la presente reseña, Emilce Strucchi.

Una originalidad que no se puede obviar es la de formar parte del Carnaval Poético “Entierro del Engaño y la Mentira” donde desfilaron las comparsas del Folklore Nicaragüense; y donde los poetas, a lo largo del recorrido, leímos en once esquinas diferentes subiendo a un Poetamóvil construido especialmente para eso y lleno de flores.

Nombrar al equipo responsable de este festival y a los jóvenes colaboradores, a todas las personas que trabajaron sin descanso antes y durante el evento (y lo siguen haciendo después), como así también mencionar a la totalidad de poetas invitados, sería demasiado extenso y por eso mismo tedioso. Sin embargo, bien pueden quedar personificados en el Presidente del festival Francisco de Asís Fernández, los Vicepresidentes Gioconda Belli, Blanca Castellón y Nicasio Urbina, y los Secretarios Ejecutivos Gloria Gabuardi y Fernando López. Baste también nombrar dos poetas íconos que nos pueden representar a los cerca de ciento treinta que compartimos el festival: Yevgeny Yevtushenko y Ernesto Cardenal.

Por si fuera poco, música, canciones y danzas típicas engalanaron una semana imborrable, donde también se hicieron recitales en doce municipios que recibieron sendos grupos de poetas.

Mi gratitud y deseo de larga vida a este Festival de Granada – Nicaragua; parafraseando el lema del Carnaval Poético: “Que viva la Poesía, que viva la Libertad, que viva el Amor, AQUÍ ESTÁ GRANADA.”


Emilce Strucchi
Escritora y psicóloga argentina

martes, marzo 03, 2009

Esa absurda costumbre de andar triste

En estos tiempos, en que la verba electoral nos tiene hasta los huevos, donde la vida cotidiana se nos cuaja en las pantallas de plasma, entre predicadores de pésimo diseño y desilusionadores profesionales, hay quienes dicen querer exhumar a doña dignidad. Una señora de discurso encendido jura que la hemos recuperado definitivamente. El candidato bendito en las encuestas, besa a diestra y paga a siniestros. Un cotillón multicolor anticipa la previa de otra fiesta. Mientras en las escalinatas del poder, millones de infelices duermen en harapos, resoplando entre sueños, por tan magras que se han puesto las sobras en Mc Donald’s.

La lluvia desguasa la salud de los chicos de la calle, a quienes si no liquida el “Paco” o el pegamento, puede que algún mierdita de la Justicia con mayúscula les calce el Sambenito -con la venia de Lombroso padre que estás en las fiscalías- y les pique el boleto para el resto del viaje. La mujer de encías desoladas amamanta su historia que le seca los pechos. Los obreros colgados de los trenes ruegan que no les roben el franco o la quincena. Un viejo tira del carro atestado de cartones, como cansado buey de labranza urbana. En tanto la dignidad viene marchando, asmática y fumándose la vida de los pobres.

Cuatro imbéciles con el cerebro quemado por la droga y el corazón podrido de marginalidad, gatillan sobre un niño, que bien podría ser el hijo de cualquiera, pero esta tarde ha sido un ángel chiquito, atrapado en un ciber con el vuelto del pan. Los jubilados tienen casi nada de todo y mucho menos de júbilo. La bolsa de la feria sufre la insoportable levedad de no ser lo que era. Pero crecemos a paso macho, entre euforias ministeriales, hacia el éxito global al que estamos estúpidamente condenados.

En medio del autismo general, las empresas ofrecen nuevas glorias, que duran hasta el siguiente anuncio. No desvela el amor, sino el caldo de taurina y cafeína de la latita energizante. Las calles y la Plaza no son ya más del pueblo. En los hospitales se nos van muriendo el pasado de pena y el futuro de prisa. Los azules liman las rebabas al sistema, y cada tanto cae un aguafiestas vestido de maestro. Pero el INDEC dice que todo está bien, que vamos estables, a flote y en franca atropellada al porvenir. Lo único que preocupa es lo depredado que anda el Merval y que el dólar no se escape, ni dios permita. O que a algún iluminado no se le ocurra, para paliar el desmonte financiero del mundo, imponerle a América Latina otra política de “shock”, con su correspondiente acepción eléctrica. Pero nada es tan grave por estas pampas, todo cierra en la planilla y estamos recuperando la alegría en los carnavales.

Sin embargo, anoche tropecé con ellos, como pececitos de miseria que arrastraba la lluvia, abrazados y aún sonriendo, frente a la indiferencia de tanto no vidente, ante esta piara de resignados -a que las cosas son como son- en que nos hemos convertido los adultos. Eran dos, iguales a miles, con la mirada hambrienta y sin reparo del clima. Los mismos ojitos multiplicados del dolor prematuro, las manos vacías, las zapatillas deshechas sobre los pies sin rumbo. Espalda con espalda, peleando algunas migajas de existencia, sin Minoridad y Familia, ni Convención por los Derechos del Niño.

No pude torcer la mirada, ni desviar la atención.

La culpa es mía –sentenciará un amigo- porque la vida no está hecha para cuestionarse las cosas, hay que pasarla y ya. Lo mejor, o lo menos peor que cada cual pueda. Hay que tragarse la náusea y empujar del carro, que en la marcha se irán acomodando las sandías. Tampoco se puede andar avinagrando la sangre, por asuntos que no tienen arreglo. Así han sido –aducen- desde que el mundo es mundo y el barbudo de la administración echó a la calle a Adán, por incumplir las normas.

Uno debiera aprender, de una buena vez, a domesticar las impresiones, madurar emocionalmente, tabular la angustia, ejercer un perfecto control sobre la razón y el análisis de lo macro, sin tanto bagaje sentimental. Respirar hondo y aligerar el paso. Aprender a ser fuerte en un mundo en que sobreviven los más aptos. En suma, ganarse los galones de hijo de puta hecho y derecho, con medalla al mérito y fanfarria hedonista de fondo.


Y arrancarle al pecho
esa absurda costumbre de andar triste.

Sergio Manganelli

(Buenos Aires, febrero de 2009)

lunes, marzo 02, 2009

Entropía

_marzo CONQUISTA DE LO INÚTIL
(diario de filmación de Fitzcarraldo)
Werner Herzog
Traducción de Ariel Magnus
_apostillas 274 páginas
ISBN 978-987-24797-1-8

“Por motivos que me son desconocidos, no me fue posible siquiera leer los diarios que escribí durante mi trabajo en la película Fitzcarraldo. Hoy, veinticuatro años más tarde, me resultó fácil, aun cuando técnicamente no fue sencillo descifrar la propia letra, que en aquel entonces estaba reducida a un tamaño microscópico.Estos textos no son un informe de filmación –apenas si se la menciona–, y diarios son sólo en el sentido más amplio: son otra cosa, más bien paisajes interiores, nacidos del delirio de la jungla. Pero tampoco de eso estoy seguro.”

W. H. / Enero de 2004 Werner Herzog (Múnich, 1942) es realizador cinematográfico, guionista, productor, actor y escritor. Dirigió más de cincuenta películas, entre las que se destacan También los enanos comenzaron pequeños, Aguirre, la ira de Dios, Nosferatu, Woyzeck, Fitzcarraldo, Grito de piedra, Invencible y Grizzly Man. A lo largo de su carrera recibió numerosos reconocimientos. Entre ellos, el premio especial del jurado en el festival de Ámsterdam y el FIPA de Plata de Biarritz por el documental El pequeño Dieter necesita volar, el Oso de Plata de Berlín por Signos de vida, el premio al mejor director en Cannes por Fitzcarraldo, el premio del jurado en Cannes por El enigma de Kaspar Hauser, el premio del Directors Guild of America por Grizzly Man, el premio al mejor filme extranjero de Le Syndicat Français de la Critique de Cinéma por Aguirre, la ira de Dios, y el premio del FIPRESCI en Venecia por The Wild Blue Yonder. Entre sus obras literarias publicadas en castellano se encuentran Del caminar sobre el hielo y Vaya país.

_abril

MANIGUA (novela swahili)
Carlos Ríos
_novela 64 páginas
ISBN 978-987-24797-2-5

“A orillas de un río usado como carretera por las continuas migraciones, el padre explica a Muthahi que para mantener un linaje común se necesita ejercer una serie de prohibiciones, pues estas crean, a pesar de las protestas y la represión, un sentimientos de unidad. Es necesario que cada clan sea liderado por un hombre llamado Apolon. Lo sé, afirmó. No es mi nombre. Nunca podré ser el líder de nuestro clan porque me llamo Muthahi. Y agregó: El hombre no puede darse un nombre a sí mismo porque no puede darse el ser. No te preocupes, respondió el padre. Dicho esto, caminó hasta el lecho seco del río y tomó un puñado de tierra rojiza, que arrojó en la cara de Muthahi. Desde ahora te llamarás Apolon, y como líder del clan reunirás al Consejo. Irás lejos, hacia la provincia costera, a buscar una vaca que sacrificaremos cuando nazca tu hermano. Dicho esto, el padre se fue a dormir con las gallinas, entre escudos de plástico y mangueras, en el sitio más fresco y seguro de la ciudadela.”

Carlos Ríos nació en Santa Teresita, provincia de Buenos Aires, en 1967. Publicó los libros de poemas Media Romana (ediciones el broche, 2001), La salud de W.R. (Dársena3, 2005) y en México La recepción de una forma (Bonobos, 2006). Integró el Anuario de Poesía Mexicana 2005, publicado por el Fondo de Cultura Económica (selección David Huerta).Entre 2002 y 2009 vivió en México, donde fue premiado en diversos concursos entre los que se encuentran el Concurso Nacional para Jóvenes Narradores Haroldo Conti, Concurso de Poesía “Ginés García” y el Concurso Universitario de Poesía del estado de Puebla. Coordinó varios talleres de narrativa. Sus textos literarios, entrevistas y reseñas fueron publicados en medios gráficos y electrónicos como Diario de Poesía, Bazar Americano, Atajo, Zapatos Rojos, La Letra K, Motor poeta, Diário Catarinense, El almuerzo desnudo, Crítica, Erinias, Ángeles y Demonios, y en los suplementos culturales “La Caja” (diario El Día), “Catedral” (diario Síntesis) y “Fronda” (Intolerancia Diario), entre otros.

lunes, febrero 16, 2009

Premio La Otra Orilla

Se lanza la convocatoria para el Premio de Novela La otra orilla 2009

Grupo Editorial Norma y la Asociación para la Promoción de las Artes -Proartes- convocan a escritores y escritoras a presentar sus novelas inéditas en la quinta edición del Premio de Novela La otra orilla. Este año, el premio asciende a 100 mil dólares y, como siempre, la obra elegida será publicada en Latinoamérica y España.

El jurado -de carácter internacional- estará integrado por tres destacados intelectuales de reconocida trayectoria: Roberto Ampuero (Chile), Pere Sureda (España) y Jorge Volpi (México).

La fecha límite de recepción de originales es el 3 de abril de 2009, a las 18.

El fallo, se dará a conocer en Cali, Colombia, el 17 de septiembre de 2009.

Las bases del concurso pueden consultarse en www.librerianorma.com

En la edición anterior, el ganador del premio fue el escritor argentino Carlos Chernov, con El amante imperfecto. El jurado estuvo compuesto por Alonso Cueto (Perú), Juan Gabriel Vásquez (Colombia) y Guillermo Arriaga (México). Cabe destacar que de las cuatro ediciones anteriores, tres de los ganadores fueron escritores argentinos. En 2007 la novela ganadora fue Un chino en bicicleta, de Ariel Magnus; en 2006, El camino del norte de Jorge Vázquez Rial; y en la primera edición 2005, El salmo de Kaplan, de Marco Schwartz (Colombia).

Editorial Norma y Proartes han instituido el Premio de Novela La otra orilla como un reconocimiento a la escritura, para los hombres y mujeres de las letras de Hispanoamérica. Con este premio se pretende promocionar la obra de autores de habla hispana que, a través de una novela inédita, quieran contribuir al enriquecimiento del patrimonio cultural escrito.
Grupo Editorial Norma, fundado en 1960, es una empresa del grupo Carvajal, y es considerado una de las casas editoriales más importantes de América Latina, con presencia en todo el territorio hispanohablante. La otra orilla tiene como una de sus más importantes directrices la publicación de las nuevas tendencias de la narrativa hispanoamericana.


El jurado

Roberto Ampuero (Chile) ha publicado diez novelas de gran éxito. Entre ellas se destacan Pasiones griegas, Los amantes de Estocolmo y la ficción autobiográfica Nuestros años verde olivo. También escribe la popular saga del investigador privado Cayetano Brulé, quien se ha convertido en un personaje legendario. Los casos de este curioso detective de origen cubano comenzaron con ¿Quién mató a Cristián Kustermann?, Boleros en La Habana, El alemán de Atacama, Cita en el Azul Profundo, Halcones de la noche y El caso Neruda. Ampuero es también autor de la novela juvenil La guerra de los duraznos, el volumen de cuentos El hombre golondrina, el libro de ensayo La historia como conjetura, y de la serie televisiva Brigada Escorpión.

Pere Sureda (España) ha desarrollado su actividad profesional, durante los últimos treinta y seis años, en el sector editorial. Ha trabajado en la revista Quimera, con R. H. Moreno - Durán y Marcelo Cohen; y en varias editoriales, siendo las más destacables Ediciones B y Grup 62. En la actualidad dirige los sellos de narrativa de Grupo Editorial Norma - España y es responsable de los autores de narrativa en lenguas extranjeras para todo el Grupo.

Jorge Volpi (México) es licenciado en Derecho, maestro en Letras Mexicanas por la UNAM y doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Salamanca. Es autor de las novelas A pesar del oscuro silencio, Días de ira, La paz de los sepulcros, El temperamento melancólico, Sanar tu piel amarga y El juego del Apocalipsis. De los libros de ensayo: La imaginación y el poder, Una historia intelectual de 1968 y La guerra y las palabras. Una historia del alzamiento zapatista. En 1999 obtuvo el Premio Biblioteca Breve por su novela En busca de Klingsor, con la cual inició una "Trilogía del siglo XX", y de la cual se han publicado ediciones en veintisiete idiomas y más de treinta países. En 2004 publicó la segunda parte de la trilogía, El fin de la locura y en 2006 la última parte, No será la Tierra.

domingo, febrero 15, 2009

Amigos de la casa

LIBROS RAROS sigue tirando la casa por la ventana. Por la compra de tres libros, podés elegir un libro de obsequio (entre aquellos cuya descripción esté en verde)www.librosraros.blogspot.com

sábado, febrero 14, 2009

De interés

De nuestra consideración:

Por medio del presente, queremos acercarle la actualización de nuestra Guía de Recursos. La Guía de Recursos es un servicio del Laboratorio de Industrias Culturales dirigido a emprendedores, PyMes y Micropymes de base cultural de todo el país. Se trata de una herramienta de consulta orientada a quienes procuran desarrollar, innovar y expandir sus actividades.

El visitante, mediante links que lo conecten, tendrá acceso a diversos sitios Web de organismos oficiales, privados y del tercer sector: cámaras empresarias, entidades gremiales, fundaciones y bancos, así como información sobre programas de estímulo o de capacitación, fechas y características de las ferias, muestras, exposiciones y otros acontecimientos vinculados con las industrias culturales que se realicen durante el año.

La Guía de Recursos sobre Industrias Culturales es una herramienta complementaria de la Red Virtual de Industrias Culturales, y se propone ser una cantera a través de la cual brindar y recibir información actualizada sobre las diferentes instancias de producción y distribución de soportes culturales. Le recordamos asimismo, que este material actualizado estará disponible a la brevedad en la página web del

Laboratorio de Industrias Culturales: http://www.cultura.gov.ar/lic/pic/guiaderecursos/index.php

Esperando le sea de utilidad y quedando a su disposición por cualquier requerimiento,
lo saluda atentamente

Equipo del LIC
Laboratorio de Industrias Culturales
Dirección Nacional de Industrias Culturales
Secretaría de Cultura de la Nación
www.cultura.gov.ar/lic
Alsina 1169 - 2º Piso - C1088AAD
Ciudad de Buenos Aires - Argentina
Tel. (+0054-11) 4382-0838

viernes, febrero 13, 2009

Parroquiales I

Queremos ignagurar una linda sección con todos los mails que no llegan agradeciendo la publicación del libro de Faure. Por respeto borramos el nombre de quien lo envía.


Amigos cristianos, les cuento. Me llego este mail (el de abajo) promocionando este libro. Realmente, me causo mucha gracia el título "Doce pruebas de la inexistencia de Dios". Es muy pero muy gracioso, y tan pequeñamente humano y finito el título de ese libro. Padre Perdónalos, no saben lo que dicen!!!!! Como dice mi amiga Guillermina, "Dios sería muy pequeño si la inteligencia del hombre pudiera comprenderlo". Sebastien Faure, lamento decirlo, que la promoción de su libro no ha caido en las manos adecuadas. Por qué en lugar de perder tiempo editando y escribiendo esos libros, no difunden la Palabra de Dios. Sebastien Faure, en mi vida, puedo darte setenta veces siete pruebas, de la existencia de Dios. Tu mismo, de donde vienes? Dios es nuestro padre, creador de la vida, dueño de todo, quien conoce el pasado, presente y futuro. Para nosotros,esos son los tiempos, y es lo que podemos comprender (y hasta cierto punto), pero él es tan grande, tan inmenso, tan infinito..... Faure, dedicate a otra cosa, o cambia tu temática, tu libro es burdo, desde el título, y su contenido, es lo más gracioso que he leido en mi vida. Cambia la temática. A todos mis amigos, esto es en lo que la gente pierde el tiempo, en lugar de cuidar y amar la creación.

miércoles, febrero 11, 2009

"No es responsabilidad mía" Omar Chabán y el crimen de Cromañón (parte II)

¿Y no se podría haber asesorado con un profesional?
No porque nadie sabía. Las normas IRAM no dicen que está prohibido ese material. Está aceptado este material, internacionalmente. El cierre de los medios de salida Después, también en la causa, hay dos empleados suyos, Mario Díaz y Juan Carlos Bordón, que declararon que cuando se acustizó el local colocaron planchas de poliuretano sobre la salida alternativa, se colocaron sobre eso planchas metálicas y ahí se clausuró definitivamente el portón, que entiendo que no se abría, que estaba con un candado.


¿Esto es así?
Más o menos, si. Porque el hotel cerró la puerta. Había que acustizarla para que no pase sonido al hotel. El hotel cerró la puerta porque tenía problemas con los turistas, esto fue declarado. Todos los turistas hicieron denuncias, estaban escritas, que no soportaban el público, no se cuánto.


¿Esa puerta funcionó en algún momento como salida alternativa en caso de emergencia? O sea, ¿estaba abierta los días de recital y se cerró en ese momento definitivamente o nunca tuvo esa función?
No, no, no. Eso, si hubiera pasado algo en términos normales, se hubiera abierto. En este caso, por lo que pasó, no se pudo abrir. Y se tuvo que abrir desde afuera. Pero, como yo no habilité el lugar yo ni sabía lo que era esa puerta. Entonces, en la situación de lo que pasó, que es totalmente imprevisible, esa puerta no se pudo abrir, lógicamente. Por ejemplo, el 1º de mayo se abrió. Pero eso fue antes de que pusieran las planchas de metal. Ya no me acuerdo. Porque lo que declaró, si no me equivoco, Mario Díaz, es que en el momento que pusieron esas planchas de metal el portón quedó muy pesado y tuvieron que ponerle candados y asegurarlo con alambres, porque si eso se abría se podía venir abajo una de las puertas, que habían quedado clausuradas definitivamente. También Jorge Leggio, la persona que manejaba el sonido, declaró que antes de que se pusieran estas planchas de metal él utilizaba estas puertas para entrar los equipos de sonido. Eso no fue así. El primer día, Leggio entró por ahí. Bajó el director del hotel, el señor Garola y se peleó con Diego Argañaraz [manager de Callejeros], muy mal y cerró la puerta. Entonces, a partir de eso cerraron la puerta.


¿A partir de ahí quedó siempre cerrada y no se podía abrir? ¿En caso que hubiera que evacuar el lugar qué pasaba?
Por supuesto, en caso de que pasara algo… pero no podía estar siempre conectado, porque si pasaba gente estaba el problema este del hotel. Nosotros estábamos bajo la égida, o bajo ¿cómo decir? Bajo el poder del hotel. Usted dijo que no sabía que función tenía esa puerta ¿no estaba especificado en la habilitación, que esa puerta debía funcionar como salida alternativa? Yo nunca vi la habilitación. Nunca, porque no era mi responsabilidad y nunca me fijé. Si el lugar estaba abierto, El Reventón. No era responsabilidad mía. Pero esa puerta tenía una barra antipánico. Eso debió ser un indicador de que esa puerta funcionaba cómo salida y debía estar abierta. No explica nada. No, no. Lo dijeron ya, eso no explica nada. La barra antipánico no es obligatoria. Y, como concepto, puerta de emergencia no existe. Y si vas a pensar, la salida de emergencia es la que daba al hotel [se refiere a otra de las puertas]. Está en el plano además, aunque no exista el concepto de salida de emergencia. Pero en el plano de la habitación está, la del hotel, la que usaba para la venta de entradas anticipadas, donde te dije que hacía entrar al sonido.

Pero, ¿y la otra puerta, la salida alternativa que cerró con candado?
No la tomé en cuenta. Cuando vos salgas, fijate que hay una puerta cerrada acá. En los estadios hay puertas cerradas, no está todo abierto. En el Luna Park, andá ahora y decime si están todas abiertas. Es decir, yo no tenía dominio y estaba bajo el poder del hotel y respetaba lo que ellos me decían. En ese sentido, esa no era una puerta de mi dominio. La puerta esa no es responsabilidad mía porque yo no la habilité. Tienen que ir al '97 y hablarlo con el tipo que la habilitó[3]. En los planos hay una pared ahí. El 30% de los planos tiene una pared ahí. Imaginate, si la Municipalidad no sabe, nadie sabe, ¿yo tengo que saber? Y demostré como trucharon los bomberos, diciendo que era una puerta de emergencia [se refiere a la pericia de bomberos presentada en la causa]. Porque la Municipalidad dice explícitamente, lo encontré en 13 lugares distintos, "no hay puertas de emergencia". Ellos saben que hubo una truchada, ahí hubo algo raro. No investigaron.

Volviendo al tema de la habilitación, ¿usted responsabiliza al dueño del local?[4]
Si. Por las conexiones del lugar con el hotel. No porque es dueño, porque por ser dueño no sos culpable de nada. Lagarto [es culpable] en relación a la cantidad de gente y la puerta. Y a la habitación, por supuesto. Ahí hay una serie de problemas que usted no habría tenido si se hubiera puesto al corriente de los términos de la habilitación. No es responsabilidad mía, no es responsabilidad mía. Yo no tenía por qué ver la habilitación.

Pero usted estaba usufructuando ese lugar.
No, no. ¿Y que tiene que ver? No era mi responsabilidad. Además, estaba todo en término, estaba la máquina de agua, el detector de metales. Te digo superficialmente, lo que yo sabía que tenía que estar. No había nada que quemarse, es todo hormigón, salvo la porquería esta del techo, nada más. No había mesas para tirarse en la cabeza, no había sillas, todo de plástico, no había botellas, estaban los tachos en el baño, estaban los certificados de salud para estar en la barra laburando, estaba desratizado el lugar, estaba limpio. Lo que pedía la municipalidad estaba, estaban los matafuegos... Pero la gente de Lagarto estaba desvinculada de la explotación del local. Pero no la dieron de baja. Si no la dieron de baja, no es responsabilidad mía. Si la hubieran dado de baja entonces si, es jodido, pero no la dieron de baja, que sé yo... es un problema de quien tenía la habilitación, si no la dan de baja ¿qué culpa tengo yo?



La responsabilidad de Chabán

Usted en la causa declaró, pero no responde preguntas del fiscal ni de los abogados querellantes, ¿por qué?
[Piensa unos segundos] Porque yo sé más que ellos de la causa, aunque suene soberbio. Yo empecé hace cuatro años. Hay cosas que no aparecen en lo que ellos preguntan. Y, segundo, no terminé de declarar. Entonces, quizás, me preguntan algo que voy a contestar después. Y como yo trato de tener una especie de lógica argumentativa, una cosa en relación a la otra. Hasta que no termine de declarar, no contesto preguntas. Pero eso resulta sospechoso, no sirve si usted quiere demostrar que es inocente. No, no implica nada. No implica nada. Mirá, Callejeros ni habló. Hay cosas que yo estoy diciendo, que fui descubriendo, que no sabía.


¿Entonces por qué yo no voy a tomar en cuenta eso que fui descubriendo, como algo nuevo?
Entonces, te repito, si yo no llegue al final no puedo contestar cosas que me parece que puede ser una parte de algo. ¿Por qué voy a contestar por el material si después todo un día puedo hablar de eso, y puedo dar más datos? Además, yo no soy un tipo cerrado. Yo estuve tres días hablando. En derecho penal no se hace así, son cortas las declaraciones. Más hablás, más te quemás. Cosas que decís después te vienen en contra. Fijate que el tema mío no es por esconder, sino por ampliar conceptos.

¿Usted cree que no le cabe ninguna responsabilidad por lo sucedido, de ningún tipo?
En un país de verdad, la Justicia me tiene que defender a mí. Porque, te repito, las previsiones eran clarísimas. Para entrar la pirotecnia tenían que hacer un ardid, uno dijo que se las ponían en el pelo, no sé, otros en los testículos, varias cosas. Era manifiesto que estaban haciendo algo mal. Estamos diciendo que la seguridad era extrema, que yo les explicaba mil cosas, es un incendio de altura, a la mano no había nada raro. Lo que tiene que ver con mi responsabilidad, como libreta sanitaria, esto que te conté de los tachitos del baño, las luces, la señalización que más o menos se veía, la limpieza del lugar, estaba el detector de metales, las puertas de salida estuvieron abiertas, sino ¿cómo salía la gente? Eso estaba abierto... La cantidad de gente... por un lado nadie me puso los límites. Por otro lado, está mal la normativa. Entonces, acá la disyuntiva a pensar es el individuo luchando contra el Estado. Esta mala utilización de la normativa, por parte del Estado, ¿quién tiene la culpa? Vos como comerciante, ¿por qué no te defienden a vos? El Estado me tiene que defender a mí porque no están bien puestas las normativas. ¿Quién me defiende? Yo creo en el respeto del público. Vos tenés que confiar que el tipo, porque él quiere, no va a hacer cagada. Yo creo en esa responsabilidad individual frente a la libertad. Ahora, si viene un descerebrado como estos y te caga la vida a vos, como estos que le cagaron la vida a todo el rock... Entonces, la responsabilidad es de esos pibes, de esos tarados. Porque le cagaron la vida a todos.

Pero con más plata, con mayor inversión, ¿no se podrían minimizar los riesgos?
No, no. Es mentira eso. No, no. ¿Vos conocés gente agresiva, mal? Hay descerebrados que, apoyados en la buena voluntad de los otros, hacen lo que quieren. Hay veces que está controlado, y hay veces que es una falta de límites. No me quiero hacer el moralista, porque yo creo que el crimen es un invento de la prensa, pero un tipo que teniendo una pistola te mata porque sí, yo creo que el culpable es este tipo. Yo no creo que tengamos que vivir en una sociedad de mierda donde todo sea control, control, control, control.


Lo que pasa es que cuando uno organiza algo lo único que no puede controlar es lo que está pasando por la cabeza de la otra persona. Tanto un empresario como el Estado, uno como organizador, a lo que tiene que apuntar es a minimizar los riegos, y no esperar que nadie haga nada, que el otro no haga nada malo.
[Piensa unos segundos] Disculpame una cosa, ¿vos querés ser cana? No me gusta la actitud de cana. Creeme que yo no me formé para ser cana. Y me formé en la libertad. Pero hay gente que me ponía en situación de cana y creeme que a mí lo que más rabia me daba era que me pusieran en situación de cana. Si un tipo agrede, tira una botella, piedras, jode, te hace quedar mal frente a los vecinos, y después viene la cana y te jode vos....

Yo estoy hablando de minimizar los riesgos, que haya normas claras para garantizar la seguridad de la gente y que se hagan respetar.
Todo acá era superabundante. Había más metros de salida de lo que te exige la Municipalidad, la seguridad fue más extrema de lo que te exigen. Era más seguro que Cemento, lo dicen todos. El tema de la educación es importante. Es la gente. Yo creo que hay que volver a un esquema de libertad, de apertura. Si yo te pongo a vos normativas ridículas, que vos no las podés cumplir. Si a mi me hubieran dicho que ahí entraban 3.800 personas, que para mí es lo real, hubiera dicho "bueno, está bien". Si a mí me dicen que entran 1.000 personas ni lo abro. ¿Vos te crees que hubiera existido la apertura cultural que tuvo la Argentina si hubiera tantas directivas ridículas? No hubiera existido el Parakultural, Café Einstein, Cemento, ni nada. Personalmente, creo que hay una lógica de buena voluntad. Que hay confianza. Si vos no tenés esta buena voluntad, de que vos sos argentino y yo soy argentino y nos estamos rompiendo para crear un concepto nuevo de arte, de lo que sea. Yo creo que se ha enfermado todo y hay como una exageración del tema seguridad que va a impedir una apertura cultural. Yo no creo en la exageración de los controles.

[1]Lagarto S.A. era la empresa que había explotado anteriormente el local, bajo la denominación Maxi Disco. Eran los propietarios de la habilitación.

[2]Se refiere al portón que daba al garage del hotel, que la noche del 30 de diciembre se encontraba clausurado, cerrado con candado y alambres. Esa puerta figura en la habilitación como "salida alternativa", pero nunca debió haber sido aprobada porque comunicaba con otro local, lo que hacía improbable que se encontrara abierta en caso de que se produzca una emergencia.

[3]El trámite de la habilitación data de 1997, y contiene una gran cantidad de falencias, al punto que los propios funcionarios de inspecciones en ese momento, han declarado que ese local nunca debió haber sido habilitado.

[4]El dueño del predio, que incluía al local donde funcionaba Cromañón y al hotel es Rafael Levy, empresario textil.