viernes, enero 30, 2009

Certamen internacional de Narrativa - La Barca de la Cultura 2009

Pegamos las bases, ante cualquier consulta remitirse a:
Prof. Susana Lauría de Negro
www.labarcadelacultura.com
info@labarcadelacultura.com


“No sacrifiquen la sinceridad literaria a nada. Ni a la política ni al triunfo.
Escriban siempre para ese otro, silencioso e implacable,
que llevamos dentro y no es posible engañar.”
Juan Carlos Onetti

Conmemorando los 100 años del nacimiento del escritor uruguayo Juan Carlos Onetti, La Barca de la Cultura convoca al Certamen internacional de Narrativa 2009.

Bases:

Primera: Podrán concurrir al mismo escritores mayores de edad, de cualquier nacionalidad, con relatos en lengua española no premiados anteriormente en ningún otro concurso. Quedan excluidos miembros que pertenezcan a la entidad convocante en calidad de integrantes permanentes de la plantilla, como así también aquellos que mantengan vínculos significativos con alguno de los miembros del Jurado.

Segunda: Se convoca a 2 categorías:
a) Tema libre: las obras deberán ser inéditas y no haber sido premiadas en ningún otro certamen o concurso anterior. Tendrán una extensión no superior a 4 folios, A4, Fuente Arial 11, Interlineado 1½ , 32 líneas máximo por hoja.
b) Narrativa romántica: las obras deberán ser inéditas y no haber sido premiadas en ningún otro certamen o concurso anterior. Tendrán una extensión no superior a 4 folios, A4, Fuente Arial 11, Interlineado 1½ y 32 líneas máximo por hoja.

Tercera: El envío de los textos se realizará por correo electrónico a info@labarcadelacultura.com Se admitirán dos obras por autor.

Cuarta: Al pie de los relatos presentados deberán figurar los datos personales del autor (nombre, nacionalidad, domicilio, teléfono, correo electrónico y categoría en la que participa). Las obras que no cumplan las especificaciones contenidas en estas bases serán eliminadas automáticamente.

Quinta: No se mantendrá correspondencia sobre este concurso ni se devolverán los originales no premiados.

Sexta: El plazo para recibir los trabajos se extenderá desde el 15 de enero hasta el 30 de abril de 2009, inclusive.

Séptima: El fallo del Jurado se dará a conocer en la segunda quincena del mes de mayo de 2009 y será comunicado a todos los participantes del certamen.

Octava: Se otorgarán 3 premios por cada categoría:

Primer premio: una obra artesanal en cerámica esmaltada, en alto relieve, que consignará la distinción obtenida.

Segundo premio: una obra artesanal en cerámica artística que consignará la distinción obtenida.

Tercer premio: diploma

Novena: Los relatos premiados serán publicados en La Barca de la Cultura y, en su caso, en las otras páginas web que editan los miembros del Jurado. Asimismo, se efectuará una entrevista a los autores premiados, la que también será publicada en los mencionados medios.

Décima: Los autores mantendrán la completa propiedad intelectual (copyright) sobre sus textos.

Undécima.- La presentación al Certamen internacional de Narrativa La Barca de la Cultura 2009 implica la total aceptación de sus bases. El Jurado se reservará la facultad de declararlo desierto.

Más información: http://www.labarcadelacultura.com

miércoles, enero 28, 2009

Entrevista de Andrea Andrade a Betina Mariel Bensignor:

¿Por qué un taller de escritura y no un taller literario?
Porque no se trata de escribir en el estilo de un autor, ni siquiera en un género en particular. Todos tenemos algo para decir, algo que no está escrito por nadie, esa originalidad es lo que me interesa que descubran en mis talleres; más que un estilo en particular busco que puedan sacar lo personal y auténtico, lo no dicho, que hace de cada relato algo tan único como lo es cada persona.


¿Cuál es la metodología de trabajo?
Fundamentalmente, el juego, el intercambio y el humor. Sin teorías, sin disertaciones ni grandes prólogos: una propuesta lleva a la otra y los alumnos están prácticamente 60 minutos escribiendo casi sin darse cuenta. Todos comentan lo mismo: que se les pasó el tiempo volando.
La idea que les propongo es adquirir herramientas para la escritura espontánea y expresiva, que puedan llevarse recursos útiles para cualquier estilo literario: poesía, cuento breve, guión, reportaje, diario íntimo, relatos de humor, diálogos dramatúrgicos, cartas, artículos periodísticos.
Lo que hacemos es leer, inventar, modificar, intercalar textos, trabajar solos y en grupo para motivar la independencia en la escritura y dar libertad a la imaginación.
A partir de las primeras clases algunos descubren partes suyas que no conocían, en especial, esto de poner en palabras sentimientos o ideas con los que no estaban en contacto.


¿A quiénes está dirigido?
A gente de todas las edades, con o sin preparación, la propuesta está dirigida tanto a personas que quieren hacer sus primeros pasos en la escritura como para aquellos que quieren perfeccionar o bucear en sus propios recursos para después volcarlos en la escritura profesional.


¿Se necesita alguna formación o experiencia anterior?
No, en absoluto, sólo el deseo de escribir. Muchas personas sienten la escritura como algo pendiente muy deseado y a la vez temido. También suelen verla como algo lejano, inaccesible, como si escribir fuera patrimonio sólo de los escritores.
Las palabras son uno de los mayores tesoros de la humanidad y es necesario democratizarlas, socializarlas, jugar y convivir con ellas diariamente de un modo amoroso, no distante ni ajeno. Todos podemos cantar, bailar y escribir sólo por ser humanos, eso no debería ser privilegio de unos pocos artistas dotados o el fruto de larguísimos años de estudio.
No me estoy refiriendo a la escritura académica ni a la literatura como profesión, hablo de poder expresarse a través de la palabra de la misma manera que los amantes se expresan a través de las caricias o los artesanos a través de los objetos a los que les dan vida. Creo que se trata de eso: de expresar la vida.

martes, enero 27, 2009

Buenos Aires Hoy: Bares y Cafés


lunes, enero 26, 2009

Conversaciones para escuchar y debatir

Jóvenes escritores conversan con Gabriela Radice y el Público en una entrevista abierta, entre árboles, en jardines de los Museos de la Ciudad. 6 funciones.

ROMINA PAULA 28 de enero 19.30 h / Museo José Hernández
ESTEBAN SCHMIDT 3 de febrero 19.30 h / Museo Saavedra
JUAN TERRANOVA 11 de febrero 19.30 h / Dirección General de Museos (ex Munich)
SONIA BUDASSI 18 de febrero 19.30 h / Museo Sívori
W. CUCURTO 25 de febrero 19.30 h / Museo Fernández Blanco

domingo, enero 25, 2009

Revista Óclesis

Estimados amigos.

Envío la convocatoria que corresponde al número 7 de la revista óclesis, cuyas páginas versarán sobre el tema de "Terrorismo Cultural". En archivo adjunto va la convocatoria con la información completa; en caso de requerir más información, por favor manden correo a oclesis@yahoo.com.mx

Les recuerdo que se aceptan trabajos literarios (Ensayo, cuento corto, poemas, guión de teatro, trabajos académicos), así como trabajos plásticos y de fotografía.
Les pido amablemente circulen la información.

Afectuosos Saludos
Hugo Coronel
Director General de Óclesis

sábado, enero 24, 2009

Sigue DIVERSO



Para los que quieren combatir el calor porteño con frescura creativa
Hasta el 31 de enero sigue Diverso - muestra colectiva de los artistas de MasottaTorres -.
México 459 - martes a viernes 14 a 20 hssábados 16 a 20 hs.
http://www.ven-arte.com/
http://www.macarenagag.com.ar/

viernes, enero 23, 2009

Promoción

Sólo por este mes, Ediciones Godot se complace en ofrecerle al público lector la posibilidad de hacerse con un ejemplar de Doce pruebas de la inexistencia de Dios, de Sébastien Faure, con prólogo de Alejandro Kaufman e ilustraciones de León Ferrari. El precio del libro es de 25 pesos (en librerías 32) e incluye el envío para cualquier punto de la capital federal. El pago es contra entrega.Para interior del país y Gran Buenos Aires el pago se hace por transferencia bancaria y el precio con envíoincluido es de 30 pesos.Para envíos al exterior, el precio del libro es de 15 dólares, con envío incluido a cualquier punto del globo. El pago es a través de Western Union.


Atte.Ediciones Godot
www.edicionesgodot.com.ar
www.docepruebas.323.com.ar
edicionesgodot@gmail.com

jueves, enero 22, 2009

“Plomo fundido” sobre la conciencia judía por León Rozitchner

“Si nosotros nos revelamos incapaces de alcanzar una cohabitación y acuerdos con los árabes, entonces no habremos aprendido estrictamente nada durante nuestros dos mil años de sufrimientos y mereceremos todo lo que llegue a sucedernos.”
Albert Einstein, carta a Weismann, 1929.

¿Recuerdan cuando hace dos mil años los judíos palestinos, nuestros antepasados en Massada sitiada, enfrentaron las legiones del Imperio romano y se suicidaron en masa para no rendirse? ¿Recuerdan la rebelión popular y nacional de nuestros macabeos contra la invasión romana, cuando murieron decenas de miles de judíos y se acabó la resistencia judía en Palestina y nos dispersamos otra vez por el mundo? ¿No piensan que esa misma dignidad extrema que nuestros antepasados tuvieron, de la que quizá ya no seamos dignos, es la que lleva a la resistencia de los palestinos que ocupan en el presente el lugar que antes, hace casi dos mil años, ocupamos nosotros como judíos? ¿No se inscribe en cambio esta masacre cometida por el Estado de Israel en la estela de la “solución final” occidental y cristiana de la cuestión judía? ¿Han perdido la memoria los judíos israelíes? No: sucede que se han convertido en neoliberales y se han cristianizado como sus perseguidores europeos, que, luego de exterminarlos, empujaron a los que quedaron vivos para que se fueran a vivir a Palestina con el terror del exterminio a cuestas.
El meollo de la actual tragedia está en la Shoá. Si la memoria de su pasado define el sentido histórico que marcó el “destino” del pueblo judío, donde se van hilando las cuentas de nuestro derrotero, y si el acto final en el que culmina ese destino convoca a los judíos israelíes a aniquilar la resistencia de otros pueblos inocentes, algo del sentido histórico ha desaparecido de la memoria de los israelíes. ¿Puede ser invocada la Shoá sin ser infieles a los desaparecidos, cuando al mismo tiempo el sentido completo de ese acontecimiento monstruoso ha quedado oscurecido? ¿Cómo podríamos “hacer memoria” si la construimos con los únicos recuerdos de nuestro pasado que los culpables europeos del genocidio nos autorizan? Es cierto: si los israelíes recuerdan todo, pierden a sus aliados. Porque la memoria de la Shoá que llevó al retorno a una tierra perdida hace mucho tiempo tendría que volver a ser pensada.

Lo primero a recordar: nuestros perseguidores históricos no fueron ni son los palestinos. Nuestros perseguidores estaban y siguen estando en las naciones de cultura europea que nos expulsaron y masacraron, y sin embargo son ellos los que siguen marcando el destino de todos nosotros, sobre todo de los judíos israelíes. ¿Será por eso que se busca olvidar a los verdaderos culpables de la Shoá? Los israelíes ya no se preguntan por el pasado bimilenario judío. Nunca los judíos, salvo excepciones, acusan del exterminio judío a la religión cristiana y a la economía capitalista que produjeron necesariamente la Shoá, como la conclusión de un silogismo que se venía desarrollando en Europa cristiana desde su mismo origen, como si el nazismo hubiera sido sólo un accidente sin antecedente en la historia europea y todo comenzara con Hitler.

¿No será que luego de la Shoá ustedes, los descendientes de los judíos europeos asimilados, se aliaron luego con los exterminadores en un pacto oscuro que el terror dictaba, y volvieron ahora todos, de cierta manera, a ser judeo–cristianos? Porque seamos honestos: el Tercer Reich se ha prolongado en el 4º Reich del Imperio norteamericano. Es claro: prefieren no saberlo porque el Estado de Israel está –nosotros los judíos latinoamericanos sí lo sabemos– al servicio del poder cristiano–imperial de los EE.UU. ¿O van a creerse que los EE.UU. y Europa combatieron al nazismo para salvar a los judíos? ¿Por qué ahora habrían de seguir persiguiéndolos si mantienen lo que tienen de judíos congelado sólo en lo arcaico religioso? Pero ¿no les dice nada pasar a ocupar ahora el lugar impiadoso, como brazo armado de los poderosos capitalistas cristianos, contra una población civil asediada y asesinada por osar defenderse contra la expropiación ilimitada de un territorio que debía ser compartido?

Recordemos. Karl Schmitt, filósofo católico del nazismo, había puesto de relieve lo que la hipocresía democrática ocultaba: la categorías políticas son todas ellas categorías teológicas. Es decir: la política occidental (democrática y capitalista) tiene su fundamento en la teología cristiana. Es notable: Schmitt coincide con lo que Marx joven decía en Sobre la cuestión judía: el fundamento cristiano del Estado germano se prolonga como premisa también en el Estado democrático.

Y si la política occidental al desnudarse muestra su fundamento teológico oculto, sin el cual no hubiera habido capitalismo, entonces toda política de Estado capitalista era antijudía, porque ése era el escollo que el cristianismo había encontrado para consolidarse como religión universal. No contra los judíos cristianizados que, como ustedes en Israel, apoyan esa política, es cierto. Ustedes tienen de cristianos, sin saberlo, lo que ocultan en su propia memoria al ocultar que la Shoá como “solución final” fue un exterminio teológico (cristiano) político europeo. Schmitt la tenía clara. Lo que el sutil filósofo alemán católico necesitaba activar, en momentos de peligro extremo para el cristianismo y el capitalismo frente a la amenaza de la Revolución Rusa y las rebeliones socialistas, era el fundamento cristiano escondido en la política: el odio visceral y alucinado religioso antijudío para que en Europa reverdeciera con toda intensidad el fundamento grabado durante siglos en el imaginario popular cristiano. Y con ese vigor arcaico reverdecido pudieran enfrentar la amenaza revolucionaria del judeo–marxismo.

Por eso, frente a la apariencia liberal de la política democrática como una relación “amigo-amigo”, el fundamento de la política nazi extremaba las categorías de “amigo–enemigo” que Schmitt vuelve a poner de relieve en el “estado de excepción” como la verdad oculta de la democracia: el único enemigo histórico cuando entra en crisis el fundamento social europeo son nuevamente los judíos. En 1933, frente a la amenaza del socialismo tildado quizá con cierta razón de judío, resurgía para muchos europeos todo su pasado y encontraban en los judíos el fundamento más profundo de lo más temido para su concepción cristiana: las premisas judías de un materialismo consagrado, no meramente físico cartesiano como la economía capitalista requería. Por eso Schmitt vuelve a desnudar las categorías fundantes adormecidas que la teología católica mantenía vivas: volvía al fundamento religioso de la política cristiana del Estado democrático para enfrentar el peligro del “comunismo ateo y judío”.

Sucede que en ese momento los judíos laicos formaban parte de la creatividad moderna que en Europa alimentó el pensamiento político y científico: eran rebeldes todavía, no como tantos de ahora, y por eso Marx de joven pensaba que los judíos, una vez superada su etapa religiosa y se hicieran laicos prolongando la esencia judía más allá de lo religioso, podrían pasar a formar parte activa de la liberación humana.

Y cuando al fin los europeos creían haber logrado en el siglo XIX la universalización del cristiano–capitalismo que se expandía colonizando a sangre y fuego el mundo, aparece otra vez el materialismo judaico como premisa del socialismo, que no es físicamente metafísico sino que parte de la Naturaleza como fundamento de la vida del espíritu humano. Tiemblan entonces en Europa los fundamentos cristianos de la política y de la economía: un nuevo fantasma la recorre y se manifiesta en una teoría judía revolucionaria. De lo cual resulta que en momentos de crisis Hitler sólo representó, en términos estrictamente religiosos, culturales y políticos, el temor de toda la cultura occidental ante los comunistas y los judíos como los máximos enemigos de ambos, ahora renovados: del capitalismo y del cristianismo. El racismo de los nazis –esa “teozoología política”– no es más que el espiritualismo cristiano secularizado que el Estado nazi consagró laicamente en las pulsiones de los cuerpos arios.

Una vez aniquilados los millones de judíos –como luego fueron arrasando y aniquilando con la misma consigna a millones de soviéticos “judeo-comunistas”– el impacto aterrorizante de la “solución final” hizo que los judíos casi nunca, salvo muy pocos, se atrevieran a señalar a los verdaderos culpables del genocidio (como pasó entre nosotros con los genocidas). Con la derrota de los nazis como únicos culpables –según cuenta la historia de los vencedores– desapareció en Europa la historia de los pogromos y las persecuciones cristianas medievales y modernas que nos aterraron durante siglos: la de los franceses tanto como la de los italianos, los españoles, los polacos y los rusos mismos. Sólo los nazis alemanes fueron antijudíos.

Los judíos cristianizados por el terror del cristiano-capitalismo en Europa luego de la Shoá buscaron su “hogar” fuera de Europa: se instalaron en Palestina, como si el reloj de la historia, ahora teológica, se hubiera detenido hacía dos mil años. No se dieron cuenta de que la mayoría de los judíos que volvían a Israel no eran como nuestros antepasados que se habían ido: los descendientes de los defensores de Massada o de los macabeos. Buber, Gershon Scholem y tantos otros sí lo recordaban. Nadie quería que nos volviera a pasar otra vez lo mismo, es cierto; pero en vez de enfrentar y denunciar a los verdaderos culpables del genocidio –que ahora nos apoyaban para que nos fuéramos para siempre de Europa y termináramos nosotros mismos la etapa final democrática de la “solución final” judía que ellos comenzaron– los israelíes terminaron sometiendo a los palestinos como los romanos, los europeos y los nazis lo hicieron antes con nosotros. Pero primero tuvieron que vencer la resistencia de nuestros pioneros socialistas.
Los israelíes, apoyados ahora por el Imperio cristiano–capitalista que los había perseguido, crearon también en Israel un Estado teológico, pero la “parte” secularizada dentro de ese Estado judío siguió siendo la del Estado cristiano. Volvieron como judíos para culminar en Israel la cristianización comenzada en Europa: mitad judíos eternos en lo religioso, mitad cristianos secularizados en lo político y en lo económico. Por eso ahora en Israel el Estado mantiene la economía neoliberal capitalista y cristiana sostenida por los religiosos judíos sedentarios, detenidos en el tiempo arcaico de su rumiar imaginario. Y por el otro lado los iraelíes son neoliberales en la política y en la economía y en la ciencia “neutral”, cuyas premisas iluministas son cristianas. Mitad judíos en el sentimiento, mitad cristianos en el pensamiento.

Y por eso quieren que todos, también aquí y ahora, seamos como ellos: judeo-cristianos como el rabino Bermann, avalado por el cardenal Bergoglio, o judíos–laicos como Aguinis, neoliberal letrado avalado por el obispo Laguna. O como los directivos de la AMIA, que tienen la potestad de determinar si soy o no judío. Si soy judío “progresista” y no me secularicé como cristiano, entonces no soy judío, no podré aspirar a ser enterrado en un cementerio comunitario porque me faltaría la parte cristiana de mi ser judío. Pero judíos–judíos, esos que prolongan en lo que hacen o piensan los valores culturales judíos, quedan al parecer muy pocos, aunque sean muchos los que leen hebreo o reciten kaddish en la tumba de sus padres. Todos están aureolados con la coronita del cristiano-capitalismo que al fin los ha vencido por el terror cristiano luego de dos mil años de resistencia empecinada: convertidos ahora al “judeo-cristianismo”.

Por eso la creación del Hogar Judío en Palestina tiene un doble sentido: la “solución final” europea tuvo éxito, logró su objetivo, el cristianismo europeo se desembarazó de los judíos y muchos de los que se salvaron se fueron de Europa casi agradecidos, sin querer recordar por qué se iban y quiénes los habían exterminado. La Europa cristiana y democrática se había sacado el milenario peso judío de encima. Pero mis padres, que llegaron a las colonias judías de Entre Ríos, sí lo sabían.

Todos los judíos estamos pagando esta inmerecida transacción, ese “olvido” del Estado de Israel, al que seguramente se habrían negado los defensores del Ghetto de Varsovia, que murieron, ellos sí, sabiendo quiénes eran los responsables políticos, económicos y religiosos –estaban a la vista–- como los millones de judíos europeos que murieron en los campos de exterminio. Los judíos que vinieron luego, esos que estamos viendo, no quisieron ni pensar a fondo en los culpables: se unieron a los poderosos y saludaron alborozados que el socialismo stalinista antisemita se derrumbara arrastrando al olvido al mismo tiempo, como si fuera lo mismo, la memoria de los pioneros judíos revolucionarios asesinados por Stalin. Por eso sus sueños mesiánicos dependen ahora únicamente de los cristianos y del capitalismo para poder realizarse. Sólo tenían que hacer una cosa: permutar al enemigo verdadero por un enemigo falso.

Estamos pagando muy cara esta conversión judía. Los israelíes, ya vencidos en lo más entrañable que tenían de judíos históricos, se han transformado en la punta de lanza del capitalismo cristiano que los armó hasta los dientes para enfrentar el mayor y nuevo peligro que tiene el cristianismo: los mil millones de musulmanes que pueblan el mundo. Pero ni los musulmanes ni los palestinos fueron los culpables de la Shoá: los culpables del genocidio son ahora sus amigos, que los mandan al frente.

Y aquí cierra la ecuación política amigo-enemigo de Karl Schmitt. Antes, hasta la Segunda Guerra Mundial, el fundamento teológico de la política era “amigo/cristiano–enemigo/judío”. Ahora que los judíos vencidos se cristianizaron como Estado teológico neoliberal la ecuación es otra: “amigo/judeocristiano–enemigo/musulmán”. ¿Este es el lamentable destino que Jehová nos reservaba a los judíos? Porque de lo que hacen ustedes en Israel depende también el destino de todos nosotros.

artículo publicado en Página 12

lunes, enero 12, 2009

La Fundación Santillana crea el Premio Internacional de Ensayo Isabel Polanco

La Fundación Santillana, en colaboración con la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), ha instituido el Premio Internacional de Ensayo Isabel Polanco, en honor de la que fuera consejera delegada del Grupo Santillana durante los últimos 12 años, en los que dio un enorme impulso a la actividad editorial del Grupo en España e Iberoamérica.
El premio tiene una dotación de 100.000 dólares y el jurado está presidido por el prestigioso escritor mexicano Carlos Fuentes.

En esta primera edición del Premio, el tema a desarrollar será el Bicentenario de las Independencias de América Latina, su época, su evolución, su presente y su futuro, desde cualquier enfoque académico y metodológico. En ediciones futuras se continuará con otros aspectos del ensayo que tienen que ver con la reflexión histórica y el pensamiento del siglo XXI.
En palabras de Raul Padilla, presidente de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, “podrán optar todos los escritores que lo deseen, sea cual sea su nacionalidad, siempre que la obra se ajuste al género de ensayo, esté escrita en idioma español, sea original, inédita y no haya sido premiada anteriormente en ningún otro concurso ni corresponda a un autor fallecido antes de presentar la obra al premio”.

Ignacio Polanco, presidente de PRISA, en su intervención, destacó la importante labor de la Fundación Santillana en el mundo latinoamericano, y Gonzalo Celorio, secretario de la Academia de la Lengua Mexicana, y Carlos Fuentes, pusieron de relieve la importancia de que se establezca un premio de ensayo de esta magnitud económica. Hicieron hincapié, además, en la enorme tradición ensayística entre los grandes intelectuales latinoamericanos de los siglos XIX y XX.
El premio fue presentado en México, en junio de 2008, por el presidente de la FIL y por Gonzalo Celorio, que será el secretario permanente del jurado. Además, durante el acto, Carlos Fuentes se dirigió a los asistentes desde Nueva York. También estuvieron presentes la directora de la Feria, Nuria Macías, y Juan Luis Cebrián consejero delegado de PRISA, al que pertenece el Grupo Santillana.

El plazo de recepción de originales se cerrará el 15 de mayo de 2009 y el fallo del jurado se hará público en un acto que se celebrará el 10 de septiembre del mismo año en la ciudad mexicana de Guadalajara. La obra galardonada será editada por la editorial Taurus y se comercializará en América Latina, España y Estados Unidos, donde está presente el Grupo Santillana.

http://www.premioisabelpolanco.com/

Departamento de Marketing y Comunicación
Grupo Santillana Argentina
4119-5000, interno 2056, 3064 y 5001

martes, enero 06, 2009