jueves, octubre 12, 2006

La creación coartada



En la disputa entre estructuralistas, supongamos a Eco, y fenomenólogos, supongamos a Merleau Ponty, está en pugna si existe o no la posibilidad de la creación dentro de una estructura. Eco diría que la creación existe porque se reacomodan los códigos para formar nuevos significados, los fenomenólogos le responderían que nada sería nuevo porque toda nueva creación que pueda darse dentro de esa estructura ya está contemplada por ella, y rematarían el argumento diciendo que la estructura no permite un afuera, absolutamente todo es absorbido por ella.

Tomemos como ejemplo el lenguaje y la idea de Borges de que en una enorme, infinita, biblioteca están todos los libros posibles. No queda espacio para la creación dentro del lenguaje, todo se reduce al arte de combinar elementos preexistentes. Pero al fin y al cabo, cuando se crea se parte de algo, nadie, excepto Dios, crea de la nada, toda creación es una combinación de elementos preexistentes para formar una nueva unidad de significado. Las palabras varían de significado si se les agrega una letra, como es posible pensar que todo significado está creado, si la misma progresión se vuelve infinita. Entonces ¿existe la creación? ¿todo se reduce a la combinación de elementos existentes? ¿eso es la creación después de todo?

miércoles, octubre 11, 2006

Homo-Ring Tong



El Sr. Godot se ha vuelto trivial.
Se increpa a sí mismo sobre los nuevos fenómenos de comunicación. ¿La masificación del celular ha vuelto al ser humano más estúpido o simplemente ha develado una estupidez relegada, totalmente innata, y la volvió pública?

Es decir, el celular motiva un índice de boludez mayor o simplemente expone un nivel de boludez que antes estaba destinado al ámbito privado y por eso no lo percibíamos.


Para muestra basta un botón

Aquel imberbe, a veces no sólo son los pubers también los hay canosos, que prueba todos los ring tones que trae su celular y los que adquirió últimamente en el transporte público mientras el resto de los usuarios intentan dormir o leer.

Aquel sordo que grita en su teléfono como si su voz literalmente tendría que alcanzar a la otra persona con la cual intenta comunicarse olvidando que para ese fin está sosteniendo esa diminuta cajita rectangular de plástico. Sin mencionar, que generalmente, estas conversaciones son aburridas e insípidas, porque si de última se tratara de algún plan conspirativo contra las grandes corporaciones, vaya y pase.

miércoles, octubre 04, 2006

La pregunta es hasta cuándo












Lamentablemente no podemos decir que nos sorprende, porque ya no sorprende a nadie. Pero es evidente que ahora que -por las razones que sean- un gobierno se propone enjuiciar realmente y repudiar públicamente a los dictadores del genocidio perpetrado por los militares de 1976, empiezan a organizarse y a proliferar las agrupaciones que intentan promover "la verdadera historia". Un claro ejemplo de ello es la Agrupación Memoria Completa, que se siente seguramente complacida de haber publicado una bonita esquela donde el señor Bignone se encarga de arengar a los jóvenes para que "terminen" lo que él y otros habían iniciado.
La "guerra", los "terroristas", los "subversivos", deben ser derrotados por los "mártires", los que aman a la Patria (así, con mayúscula). Los militares fascistas. Porque es bien claro que "salvar a la Patria" supone la matanza de "la subversión", que es precisamente lo que apoyan movimientos como Memoria Completa. Lo más triste de todo esto no es la existencia de sujetos que piensan con una fuerza de convicción inquebrantable que los desaparecidos son una falacia, sino que quienes organizan y movilizan y hacen circular este tipo de pensamiento no son militares retirados, sino jóvenes de no más de 35 años, que ni siquiera pudieron vivir en carne propia aquello que defienden fervientemente. O sea: se formaron intelectualmente con individuos detestables que apoyan la dictadura. El ejemplo más patético es el del abogado Nicolás Márquez, que vendió más de 100.000 ejemplares en 10 ediciones de su tremendo manifiesto a favor del genocidio, La otra parte de la verdad.
Qué nos queda entonces? Seguir construyendo desde los lugares que nos correspondan, para combatir todo tipo de pensamientos destructivos. También es parte nuestra movilizar la reflexión.